El «¿pues y qué?»

A un alcalde de corte a presentarse

fue una mujer, diciendo iba a quejarse

de que el débito santo la mermaba

su marido y jamás la contentaba.

El alcalde mandó que al otro día

ante su señoría

los dos se presentasen en la audiencia,

donde recibirían su sentencia;

y, después de cenar, de sobremesa

refirió a la alcaldesa

la queja que, pendiente

ante su tribunal, al día siguiente

debía sentenciarse,

con que pensaba lindamente holgarse.

La alcaldesa también quejosa estaba

del alcalde en el punto de que hablaba,

pues, aunque ella solía acariciarle

siempre que la golilla le ponía,

no lograba ablandarle

y aun golilla en la cama mantenía.

Por lo mismo, curiosa determina

escuchar de esta queja la sentencia,

y al otro día se escondió en la audiencia,

muy temprano, detrás de una cortina.

Entró el alcalde; luego, el matrimonio;

y para dar de todo testimonio,

después, el escribano

con semblante infernal y pluma en mano.

Cuando la acusación oyó el marido,

de cólera encendido,

se volvió a su mujer y de esta suerte

la dice sofocado: -Es cosa fuerte

que pongas mi potencia en opiniones,

sabiendo bien que en todas ocasiones,

apenas en la cama estás metida,

cuando enristro y te pego mi embestida.

A lo que ella responde desdeñosa:

-¿Pues y qué?

Y él siguió: -Pues a otra cosa:

¿ negarás que también cuando amanece,

hora en que todo humano miembro crece,

contra tus partes gravemente juego

y el perejil con profusión te riego?

-¿Pues y qué?

Y el marido proseguía,

viendo que a su mujer no convencía:

-¿Y acaso negarás que por las siestas,

a pesar del calor, te hago mil fiestas

y que el ataque entonces, aunque largo,

no abandono jamás si no descargo?

A que la mujer dice, haciendo un gesto:

-¿ Pues y qué?

Pero apenas dijo esto,

cuando de pronto se mostró en la sala

la alcaldesa exclamando: -¡Enhoramala

váyase la insolente de la audiencia

antes que se me apure la paciencia

y mande que la azoten como a Cristo!

¿Hay mayor desvergüenza? ¿Quién ha visto

con tal superchería

mujer de poluciones más avara?

Yo soy una alcaldesa y cada día

con sólo un ¿pues y qué? me contentara.

Collection: 
1765

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