LUCIANO
Pues seguiré en la vigüela
y por cifra mi rilato;
escuchen un breve rato
la historia que me desvela.

Señores, pido atención,
que mi lengua no se enriede,
ni en la marcha se me quede
empacao el mancarrón.
El laso e mi rilación
...

¡Qué descansada vida
la del que huye el mundanal ruido
y sigue la escondida
senda por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido!

Que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira,...

Yo tenía un espejo,
    Vidalita,
Donde me miraba
Y eran los ojitos
    Vidalita,
De la que me amaba.

Ya no veo su imagen
    Vidalita,
Donde la veía;
Me robó el espejo,
    Vidalita,
La desdicha mía.

Los ojitos negros,...

No hay cielo más lindo,
    Vidalita,
Que el cielo Uruguayo;
Ni sol más hermoso,
    Vidalita,
Que mi sol de Mayo.

Cielo y sol unidos,
    Vidalita,
Van en mi bandera;
Que ella me amortaje,
    Vidalita,
Cuando yo me muera.

...

¿Quién es esa sirena de la voz tan doliente,
de las carnes tan blancas, de la trenza tan bruna?
-Es un rayo de luna que se baña en la fuente,
es un rayo de luna...

¿Quién gritando mi nombre la morada recorre?
¿Quién me llama en las noches con tan trémulo...

Poet: Amado Nervo

Vientos del pueblo me llevan,
vientos del pueblo me arrastran,
me esparcen el corazón
y me aventan la garganta.

Los bueyes doblan la frente,
impotentemente mansa,
delante de los castigos:
los leones la levantan
y al mismo tiempo castigan
con...

Vierte la blanca Aurora
Cuando en los campos dulcemente llora
Sobre las flores bellas
El rocío, que sudan las estrellas:
Así pues rocía Anarda con olores,
Siendo Anarda la Aurora, ellas las flores.

La moza lucha con el mancebo
-su prometido y hermoso efebo-
y vence a costa de un traje nuevo.

Y huye sin mancha ni deterioro
en la pureza y en el decoro,
y es un gran lirio de nieve y oro.

Y entre la sombra solemne y bruna,
yerra en el mate jardín,...

CORO
Al himno que los ángeles
entonan en el cielo
unamos nuestros cánticos
desde el humilde suelo:
cantad, cantad, mortales,
al Niño Redentor.
Hossana al Unigénito
que del celeste trono
hoy baja a ser la víctima
del mundanal encono....

 Ya la tarde libra el combate postrero,
en las flechas de oro que lanza el ocaso,
y se va — como un príncipe, caballero
en el rojo corcel del Ocaso. —

 Se ahonda...