• Dicen que enamorado de una gata
    estaba allá en el Asia un europeo:
    (Cuando de amor se trata
    tanto cuanto me cuentan tanto creo.)
    Y como suele siempre quien bien ama
    de su bella a los usos conformarse,
    se cuenta del tal hombre que por Brama
    de su dios y su ley quiso apartarse.
    Hecho Brahmín, creía ciegamente
    cuanto de Metempsícosis...

  • Cuando Natura en su inspiración pujante
    Concebía cada día hijos monstruosos,
    Me hubiera placido vivir cerca de una joven giganta,
    Como a los pies de una reina un gato voluptuoso.

    Me hubiera agradado ver su cuerpo florecer con su alma
    Y crecer libremente en sus terribles juegos;
    Adivinar si su corazón cobija una sombría llama
    En las húmedas brumas que...

  • I

    Es un monstruo que me turba. Ojo glauco y enemigo,
    como el vidrio de una rada con hondura que, por poca,
    amenaza los bajeles con las unas de la roca.
    La nariz resulta grácil y asemejase a un gran higo.

    La guedeja blonda y cruda y sujeta, como el trigo
    en el haz. Fresca y brillante y rojísima la boca,
    en su trazo enorme y burdo y en su risa eterna y...

  • ¡Jehovah! Jehovah, tu cólera me agobia!
    ¿Por qué la copa del martirio llenas?
    Cansado está mi corazón de penas.
    Basta, basta, Señor.
    Hierve incendiada por el sol de Cuba
    Mi sangre toda y de cansancio expiro,
    Busco la noche, y en el lecho aspiro
    Fuego devorador.

    ¡A, la fatiga me adormece en vano!
    Hondo sopor de mi alma se apodera
    ¡y...

  • GOTA de miel depositó el destino
    En el sagrario de tu amor divino.
            Yo muero por beberla.
    Sediento el labio trémulo la ansía.
    Toma el alma, el amor, la vida mía,
            Todo, por esa perla.

    Céfiro esperas que con beso puro
    De la flor de tu alma el inseguro
            Broche desate leve.
    Ya ese céfiro viene en lontananza.
    Lo...

  • ¡Cuán bella en la pluma sedosa de un ave,
    O en pétalo suave,
    De nítida flor,
    Titila en las noches serenas de estío
    La diáfana gota de leve rocío
    Cual vívida estrella de un cielo de amor!

    El álamo verde que el aura enamora,
    El sauce que llora,
    El verde palmar,
    El mango sombroso, la ceiba sonante,
    Cual fúlgido rayo de níveo brillante...

  • Hambre y sed padezco: Siempre me he negado
    a satisfacerlas en los turbadores
    gozos de ciudades -flores de pecado.
    Esta hambre de amores y esta sed de ensueño
    que se satisfagan en el ignorado
    grupo de muchachas de un lugar pequeño.

    Vasos de devoción, arcas piadosas
    en que el amor jamas se contamina;
    jarras cuyas paredes olorosas
    dan al...

  • Decoración: La sala semeja una floresta
    Unos faunos sensuales persiguen a una driada,
    Cantos de aves sinfónicas hace vibrar la orquesta.
    (Pajes, Arqueros, Duendes y gente uniformada.)

    Los Dioses del Olympo todos se hallan presentes.
    (Emblemas, jeroglíficos, toisons, panoplias, cuernos)
    Inmensa muchedumbre de silenciosas gentes;
    Santos del Paraíso,...

  • Una inmensa agua gris, inmóvil, muerta,
    sobre un lúgubre páramo tendida;
    a trechos, de algas lívidas cubierta;
    ni un árbol, ni una flor, todo sin vida,
    ¡todo sin alma en la extensión desierta!

    Un punto blanco sobre el agua muda,
    sobre aquella agua de esplendor desnuda,
    se ve brillar en el confín lejano:
    es una garza inconsolable, viuda,
    ...