• Para Bohemio

    AMANECE: se iluminan
    los vetustos Lepontinos,
    los aldeanos llevan leche
    en los jarros blanquecinos
    y en los aires se dispersan
    de los pájaros lor trinos.

    Perezosos van remando
    los ancianos gondoleros,
    de las vacas se perciben
    los mugidos lastimeros,
    y las nieves se deshacen
    en los...

  • Sus ventanas floridas
    que miran al Oriente,
    llevan buena amistad con las auroras
    que, como primicias fúlgidas, esmaltan
    el campo de victorias de su frente.

    Aquella madrugada
    apareció el Amor tras de su reja
    y la dejó lavada
    con el cristal cerúleo de su pozo...
    ¡Y todavía, adentro
    de mi alma, hay un gozo
    fluido, de mujer...

  • Me levanté temprano y anduve descalza
    Por los corredores: bajé a los jardines
    Y besé las plantas
    Absorbí los vahos limpios de la tierra,
    Tirada en la grama;
    Me bañé en la fuente que verdes achiras
    Circundan. Más tarde, mojados de agua
    Peiné mis cabellos. Perfumé las manos
    Con zumo oloroso de diamelas. Garzas
    Quisquillosas, finas,
    De...

  • Tras la luz con que alumbra
    esta sangre de hoy,
    está la luz que alumbrará mañana.

    Amigo, si tú eres bueno
    lo serás mañana.
    Si tú eres dulce
    lo serás mañana.

  • Tam

    Cantar
          al atardecer sobre los montes
    Mirando pasar los aeroplanos
          Pájaros del horizonte
    Que se amamantan en la luna

    Tengo sed
    Dadme de beber
    Todas las cabelleras rubias

    En el silencio
    Se sienten huir algunos recuerdos

    Piezas de caza desbandadas
    Cómo cogerlos

    Nadie ha podido detener mi marcha
    Brilla el...

  • Tango severo y triste.

    Tango de amenaza.

    Tango, en que cada nota cae pesada y como a despecho, bajo la mano más bien destinada para abrazar un cabo de cuchillo.

    Tango trágico, cuya melodía juega con un tema de pelea.

    Ritmo lento, armonía complicada de contratiempos hostiles.

    Baile que pone vértigos de exaltación viril en los ánimos que enturbia la...

  • Los húmedos myosotis de tus ojos
    sugieren claros lienzos primitivos
    con arcángeles músicos de hinojos
    y santas de los góticos motivos.

    Copiaron esos místicos sonrojos
    los ingenuos maestros primitivos
    y dieron los myosotis de tus ojos
    a sus Evangelistas pensativos...

    Virgen de las polícromas vidrieras,
    los zahumerios y los lampadarios:...

  • En la indiferencia silente del atardecer pampeano, un vasco canta.

    Recuerda cuestas y pendientes rocosas y valles quietos o aldeas pueriles.

    La voz es mala, el afinamiento orillea. El ritmo de la guadaña descogota la canción, a cada cadencia ondulosa, que nada es, en la indiferencia llana del atardecer pampeano.

    Las ovejas balan volviendo al encierro, el vasco...

  • Tarde lluviosa en gris cansado,
    y sigue el caminar.
    Los árboles marchitos.
    Mi cuarto, solitario.
    Y los retratos viejos
    y el libro sin cortar...

    Chorrea la tristeza por los muebles
    y por mi alma. Quizá,
    no tenga para mí Naturaleza
    el pecho de cristal.

    Y me duele la carne del corazón
    y la carne del alma. Y al hablar,
    se...

  •  Ya lo sabemos. No nos digas nada.
    Lo sabemos: ahórrate la pena
    de contarnos sonriendo lo que sufres
    desde que estás enferma,
    ¡ Ah, te vas sin remedio,
    te vas, y, sin embargo, no te quejas:
    jamás te hemos oído una palabra
    que no fuera serena,
    serena como tú, como el cariño
    de hermanita...