• Ya se alzan los pájaros, tiéndeme la mano.
    Nos iremos, juntos, tras el sol lejano;
    nos iremos, juntos, cuando el bosque cante,
    trémulos los labios, el pecho anhelante,
    oyendo el albogue de los hontanares...
    Serán tus penares mis viejos penares,
    serán tus ensueños los ensueños míos;
    huyendo de pueblos y de caseríos,
    errantes y alegres, como los...

  • Como un deslumbramiento de rubias primaveras
    irradian y perfuman las dichas prisioneras
    de todos tus encantos ¡Oh, poemas paganos!
    Heroína y señora de rondeles galanos:

    Para que siempre puedas orquestar tus mañanas
    calandrias y zorzales mis selvas entrerrianas
    te ofrecen en mis trovas. Que en todos los momentos
    te den las grandes liras sus más nobles...

  • Linda Regia! Tus venas son fermentos
    de mi noser antiguo y del champaña
    negro de mi vivir!

    Tu cabello es la ignota raicilla
    del árbol de mi vid.
    Tu cabello es la hilacha de una mitra
    de ensueño que perdí!

    Tu cuerpo es la espumante escaramuza
    de un rosado Jordán;
    y ondea, como un lago beatífico
    que humillara a la víbora del mal!...

  • Con el oído atento voy marchando en la vida,
    auscultando el rumor que emerge de las cosas,
    en espera angustiosa de la estrofa, aprendida
    a la lírica fuente de notas armoniosas.

    Mientras tanto e1 silencio, alma mía, alma ansiosa
    de encontrar el sendero que te lleve a la cima
    promisoria y serena. Al silencio acuciosa...
    Mañana, al alba hermana, te...

  • Con ese traje azul de seda clara
    constelada de pájaros de nieve,
    tiene la gracia de tu cuerpo leve,
    fragilidad de nube... Por la rara

    palidez ambarina de tu cara
    la luna todas sus blancuras llueve.
    Tal es de dulce tu mirada aleve
    que inmola, sin sentirlo, sobre su ara...

    Tu traje a las rodillas, tu peluca
    languideciente en la rosada nuca...

  • Considerando en frío, imparcialmente,
    que el hombre es triste, tose y, sin embargo,
    se complace en su pecho colorado;
    que lo único que hace es componerse
    de días;
    que es lóbrego mamífero y se peina...

    Considerando
    que el hombre procede suavemente del trabajo
    y repercute jefe, suena subordinado;
    que el diagrama del tiempo
    es constante...

  • Mis ojos de plaza pública
    Mis ojos de silencio y de desierto
    El dulce tumulto interno
    La soledad que se despierta
    Cuando el perfume se separa de las flores y emprende el viaje
    Y el río del alma largo largo
    Que no dice más ni tiempo ni espacio

    Un día vendrá ha venido ya
    La selva forma una sustancia prodigiosa
    La luna tose
    El mar...

  • Entierra la pluma
    antes de atarte a los puños
    como una llama
    el dolor de servir
    a cosas estultas.

    Por su punta,
    como por los canales
    que desagotan el río,
    tu agua se desparrama
    y muere en el llano.

    La palabra arrastra limos,
    pule piedras,
    y corta selvas imaginarias.

    Piden los hombres
    tu lengua,
    tu...

  •  El libro sin abrir y ¿el vaso lleno,
    — con esto, para mí nada hay ausente. —
    Podemos conversar tranquilamente:
    la excelencia del vino me hace bueno.

     Hermano, ya lo ves, ni una exigencia
    me reprocha la vida... así me agrada;
    de lo demás no quiero...

  • Ya pasaste por mi casa,
    a flor de ti la sonrisa...
    Fuiste un ensueño de gasa;
    fuiste una gasa en la brisa...

    Te vi flotar en la bruma
    que tu blancura aureola,
    como un boceto de espuma
    sobre un pedestal de ola.

    Yo, que he buscado el lucero
    que a Belén lleva el camino,
    preso por lazos de acero
    al potro de mi destino,

    ...