• Oye la historia que contome un día
    el viejo enterrador de la comarca:
    Era un amante a quien por suerte impía,
    su dulce bien le arrebató la Parca.

    Todas las noches iba al cementerio
    a visitar la tumba de la hermosa;
    la gente murmuraba con misterio:
    Es un muerto escapado de la fosa.

    En una horrible noche hizo pedazos
    el mármol de la tumba...

  • Vengo a verte pasar todos los días,
    vaporcito encantado siempre lejos...
    Tus ojos son dos rubios capitanes;
    tu labio es un brevísimo pañuelo
    rojo que ondea en un adiós de sangre!

    Vengo a verte pasar; hasta que un día,
    embriagada de tiempo y de crueldad,
    vaporcito encantado siempre lejos,
    la estrella de la tarde partirá!

    Las jarcias...

  •  Un poeta egregio del país de Francia,
    Que con versos áureos alabó el amor,
    Formó un ramo armónico, lleno de elegancia,
    En su Sinfonía en Blanco Mayor.

     Yo por ti formara, Blanca deliciosa,
    El regalo lírico de un blanco bouquet,
    Con la...

  • Ego sum quo sum.

    Brahma no piensa: pensar limita.
    Brahma no es bueno ni malo, pues
    las cualidades en su infinita
    substancia huelgan. Brahma es lo que es.

    Brahma, en un éxtasis perenne, frío,
    su propia esencia mirando está.
    Si duerme, el Cosmos torna al vacío:
    mas si despierta renacerá!

  • Dichoso paisano en quien
    con diversísimos modos
    se miran los dones todos,
    todas las prendas se ven,
    perdone si en parabién
    de tu carta no te da
    algo mi amor, porque ya
    cuanto yo darte podía,
    que era la voluntad mía,
    tú te lo tienes allá.

    Mostrárteme agradecido
    hoy mi empeño viene a ser,
    y para poderlo hacer
    de estos...

  • Brillaban en la altura cual moribundas chispas
    las pálidas estrellas,
    y abajo... muy abajo en la callada selva,
    sentíanse en las hojas próximas a secarse,
    y en las marchitas hierbas,
    algo como estallidos de arterias que se rompen
    y huesos que se quiebran,
    ¡qué cosas tan extrañas finge una mente enferma!

    Tan honda era la noche,
    la...

  • Estrella brillante, quien fuera tan constante como tu
    no en solitario esplendor colgada arriba en la noche
    y observando, con eternos párpados abiertos
    como el eremita paciente e insomne de la naturaleza.
    las aguas ondeantes en su clerical tarea
    de ablución pura de las playas humanas de la tierra redonda
    o mirando sobre la...

  • Llega a mis sienes, tímida, temblando,
    tan perfumada como un rosal
    la tibia brisa, su andar es blando.
    ¡Primer suspiro primaveral!

    Llega tan suave, tan dilatada
    cual de la linfa el correr fugaz,
    o de la amante ruborizada
    púdica y suave pasión veraz.

    Cuando en mi pecho, tierna se posa,
    bebo su tierna tribulación,
    entonces,...

  • Burlando con frecuencia el vasallaje
    de la tutela familiar en juego,
    nos dimos citas, a favor del ciego
    azar, en el jardín, tras el follaje...

    Frufrutó de aventura tu aéreo traje,
    sugestivo de aromas y de espliego...
    y evaporada entre mis brazos, luego,
    soñaste mundos de arrebol y encaje...

    Libres de la zozobra momentánea
    -sin...

  • ¡Oh, finales de otoño, inviernos, primaveras cubiertas de lodo,
    Adormecedoras estaciones! yo os amo y os elogio
    Por envolver así mí corazón y mi cerebro
    Con una mortaja vaporosa y en una tumba baldía.

    En esta inmensa llanura donde el austro frío sopla,
    Donde en las interminables noches la veleta enronquece,
    Mi alma mejor que en la época del tibio reverdecer...