• Cuando sus negras alas
    Tiende la tempestad sobre la tierra
    Amenazando arrebatar sus galas;
    Cuando retumba en la elevada sierra
    Del aquilon el áspero silvido,
    Y el fúlgido relámpago aparece,
    Y escúchase del trueno el estampido
    Y á torrentes la lluvia se desploma;
    La hermosura del campo desparece,
    Pierden las flores su encantado aroma;
    ...

  • (DE HEINE.)

    Toca, toca el tambor y pierde el miedo,
    y abraza a la preciosa cantinera;
    éste es el gran sentido de los libros,
    ésta es la ciencia.

    ¡Que tu tambor al mundo adormecido
    de su sueño despierte!
    ¡Joven, toca con fuerza la diana!
    ¡Siempre adelante y a tambor batiente!

    ...
  • ¡Oh si bajo estos árboles frondosos
    se mostrase la célica hermosura
    que vi algún día de inmortal dulzura
    este bosque bañar!.
    Del cielo tu benéfico descenso
    sin duda ha sido, lúcida belleza;
    deja, pues, diosa, que mi grato incienso
    arda sobre tu altar.
    Que no es amor mi tímido alborozo,
    y me acobarda el rígido...

  • En la muerte de José Enrique Rodó.
    En la quieta impostura virginal de la noche
    que cobija el amor con su tenue derroche
    de luceros, padrinos del erótico abrazo,
    el mundo de Rubén Darío se contrista
    por el cordial filósofo que sembró en el regazo
    de América esperanzas, por el espectro artista
    que hoy arroba al Zodíaco con su arenga optimista.

    Yo...

  •  ¡Tienes una voz tan dulce!...
    Yo no sé por qué será:
    te oímos y nos dan muchas
    ganas de quererte más.
    Tienes una voz tan dulce
    y una manera de hablar,
    que aunque a veces tú también
    estés triste de verdad
    haces reir a abuelita
    cuando ella quiere llorar.
    ¡Y ninguno sabe en donde...

  • En dulce charla de sobremesa,
    mientras devoro fresa tras fresa
    y abajo ronca tu perro Bob,
    te haré el retrato de la duquesa
    que adora a veces el duque Job.

    No es la condesa que Villasana
    caricatura, ni la poblana
    de enagua roja que Prieto amó;
    no es la criadita de pies nudosos,
    ni la que sueña con los gomosos
    y con los gallos de...

  • Mueven al aire rosa sus alas los pavones...
    Huella la Emperatriz la escalera de jade
    y su traje de luna y aúreas constelaciones
    de un aroma inefable los jardines invade.

    Sus ojos de luz tibia y de mirada sabia
    hacen palidecer astros y pedrerías;
    su carne macerada en ungüentos de Arabia,
    de nardo ungieron siete noches y siete días.

    Lagrimea una...

  • Hoy hará una trasnochada
    apretando el imprentero,
    y allá al rayar el lucero
    piensa acabar mi versada.

    Siendo ansí, a la madrugada
    le echaré en la población;
    pero antes hago intención
    (se lo alvierto por si acaso)
    de ir a pegarle un albazo
    llevándosela, patrón.

    Por ahora voy a largar
    solamente el primer trozo,
    y hay otro...

  •  La enferma abrió los ojos cuando la hermana,
    que aún no ha descansado ni un solo instante,
    decía sus temores al practicante
    que pasa la visita de la mañana.

     Desde que la trageron ha rechazado
    sin contestar palabra, todo remedio,
    y por más que se...