• Puede una gota de lodo
    sobre un diamante caer;
    puede también de este modo
    su fulgor oscurecer;

    pero aunque el diamante todo
    se encuentre de fango lleno,
    el valor que lo hace bueno
    no perderá ni un instante,

    y ha de ser siempre diamante
    por más que lo manche el cieno.

  • Es amargo y dulce, durante las noches de invierno,
    Escuchar, cabe, el fuego que palpita y humea,
    Los recuerdos lejanos lentamente elevarse
    Al ruido de los carrillones que cantan en la bruma.

    Bienaventurada la campana de garganta vigorosa
    Que, malgrado su vejez, alerta y saludable,
    Arroja fielmente su grito religioso,
    ¡Tal como un veterano velando bajo...

  • Preguntó en el Paular un forastero

    el uso de una grande campanilla

    que veía en el claustro; y el portero

    le respondió: -El oírla es maravilla,

    porque sólo se toca cuando fiero

    el tentador carnal los frailes pilla.

    A que el curioso replicó guiñando:

    -Pues, padre, estará siempre repicando.

  • Aura de estas campiñas fresca y pura,
    como en las hojas de árboles y plantas
    que con tu soplo inclinas y levantas,
    tal en mi canto imitador murmura;
    ven, y en torno suspira
    de las trémulas cuerdas de mi lira.
    Y tú, arroyuelo transparente y terso,
    cuya linfa se tarda serpeando,
    tu lento curso y tu murmurio blando
    remede el murmurante tardo...

  • Flor de Mayo como un rayo
    de la tarde se moría...
    Yo te quise, Flor de Mayo,
    tú lo sabes; ¡pero Dios no lo quería!

    Las olas vienen, las olas van,
    cantando vienen, cantando irán.

    Flor de Mayo ni se viste
    ni se alhaja ni atavía;
    ¡Flor de Mayo está muy triste!
    ¡Pobrecita, pobrecita vida mía!

    Cada estrella que palpita,...

  • La canción de Flor de Mayo.jpg

    Flor de Mayo, como un rayo
    de la tarde, se moría...
    Yo te quise Flor...

  • CANTO PRIMERO

    I
    ¡Oh sol, oh regio sol de Andalucía,
    besa mi frente, y con tus rayos de oro
    corona mi laúd.¡Oh frescas rosas
    de los jardines béticos, perfumes
    y colores prestad a mi poesía!
    ¡Oh esquivos ruiseñores melodiosos
    que moráis en los bosques de mi patria,
    las perlas derramad de vuestro canto
    ...

  • Me pides versos y quiero,
    sin pomerme ni quitarme,
    para tu bien demostrarme
    tal como soy, todo entero.
    Pues conjeturo y espero
    que la faz de Dios al ver,
    comenzarás a romper
    el camarín encantado
    donde le tiene guardado
    tu corazón de mujer.

    I

    Yo soy el negro pinar,
    cuyo colosal ramaje,
    cual un colosal cordaje
    ...

  • Tan abierta de brazos como de piernas,
    Tocas el harpa y ludes madera y oro.
    Dejo al mueble la plaza por el decoro,
    Y contemplo caricias a hurgarme tiernas.

    A tu ardor me figuras y subalternas
    En la intención del alma que bien exploro,
    Y en el roce del cuerpo con el sonoro
    Y opulento artefacto que mal gobiernas.

    Y tanto me convidas, que ya me...

  • LA CANCIÓN

    QUE OYÓ EN SUEÑOS EL VIEJO

     A la luz de esa aurora primaveral, tu pecho
    Vuelve a agitarse ansioso de glorias y de amor,
    Loco!... Corre a esconderte en el asilo obscuro
    Donde ya no penetra la viva luz del sol.

     Aquí tu...