¡Oh dolor! ¿Cómo, cómo tan distante
De mi querida Silvia aquí me veo?
¿Cómo he perdido todo en un instante?
Perdí en Silvia mi dicha y mi recreo;
Consentí en ello ¡ciego desvarío...!
Consentí contra todo mi deseo.
Y ved, aquí conozco el yerro mío,
Ya cuando repararlo no es posible,
Y es fuerza sufra mi dolor impío.
Así el nuevo piloto al...