• Cuando el sol, al ocaso ya vecino,
    alumbra el mundo con fulgor incierto,
    mis pasos solitarios encamino
    al vasto muro del hercúleo puerto;
    que, triste e ignorado peregrino,
    en Cádiz vivo como en un desierto,
    y de la ausencia la aflicción no engaña
    ciudad tan bella de la bella España,
    Y el codo en la muralla y en la palma
    la faz, mirando el...

  • Todo te cubre de la muerte el hielo:
    vanos ya los esfuerzos son del arte
    de médicos humanos, y salvarte
    sólo pudiera el Médico del cielo.
    Conozco en el instante de perderte,
    cuánto a ti estaba mi existencia unida,
    y el amor que durmiendo estaba en vida
    se despierta ardoroso con tu muerte.
    Pronto, rotas del cuerpo las lazadas,
    y libre de lo...

  • ¡Grandeza de los hombres ilusoria!
    ¿Qué valió que fortuna
    de oro te diera y de marfil la cuna?
    ¿Qué valió que te diera una victoria,
    cual presagio feliz, el fausto nombre,
    ni que gozara tu engreída infancia
    de cuantos bienes apetece el hombre?
    ¿Qué valió que a tu padre esclarecido,
    y tu esposo después vieras alzado
    a la más alta cumbre del...

  • ¿Y de padres y hermanos te alejas,
    y adiós dices por siempre a la vida?
    ¿Y tus tiernos abriles convida
    a sus goces en vano el amor?
    ¿Y renuncias al fausto y riqueza
    que adornaron, oh virgen, tu cuna
    y a los bienes que brinda fortuna
    ni una lágrima da tu dolor?
    La ardua vía te muestra la hermana
    que ya guardan las santas paredes.
    Tú,...

  • «¡Y te vas, hija del alma!
    ¡Y me dejas, Isabel!
    ¡Y mis súplicas no logran
    tus pisadas detener!
    ¡Ah! recuerda que en mi seno
    nueve meses te llevé,
    padeciendo al darte al mundo
    la congoja más crüel:
    Que güié en su primer paso
    tu indeciso débil pie,
    previniendo a tu caída
    de mi brazos el sostén.
    Yo esperé que a tus hermanas...

  • Entre cien luces y ciento,
    tan clara del firmamento
    resplandece en la mitad
    la blanca hermana de Febo,
    que es la noche día nuevo,
    de más suave claridad.
    Tiempo ha que la hermosa fiesta
    no vi de noches como ésta:
    Las noches de mi país,
    rivales del día ufanas,
    Oh noches napolitanas,
    a mi recuerdo mentís.
    De las brisas al...

  • Ciertos matrimonios de hoy

    Si de Marcela y de su esposo Hernando
    a Octavio en compañía siempre ves,
    no te asombres, lector: se están usando
    hoy día matrimonios entre tres.

    Sobre haber dicho un mal poeta que hasta la gloria era vana

    Dijo una verdad notoria,
    y nadie habrá que le arguya,
    si, al llamar vana la gloria,
    habló...

  • Sobre el vasto universo adormecido
    brilla en silencio la serena luna;
    duerme la mar cual plácida laguna,
    y suspenden las auras su gemido.

    Todo calla en redor: ningún rüido
    de la naturaleza, voz ninguna
    de los dormidos hombres importuna,
    en tanta paz, el solitario oído.

    Y en la profunda misteriosa calma
    de la tierra, del aire y océano,...

  • I

    Breve carta, oh bella infiel,
    mi inmensa pasión mal pinta:
    y si la mar fuera tinta
    y el cielo fuera papel,
    antes que poder pintar
    mi amor y constante duelo,
    se llenara todo el cielo
    y se secara la mar.

    II

    ¿No te parece, di, mortal pecado
    robarme y no volverme el corazón?
    ¿Qué sacerdote, di, te ha...

  • No más respondas incierto,
    y pues que tus padres crudos
    se oponen a nuestros nudos,
    huye conmigo al desierto.
    ¡Eres hombre y del temor
    te dejas así vencer!
    Yo no temo, y soy mujer,
    que audacia me da el amor.
    A la hora en que el sol más arde
    yo tenderé mis cabellos,
    toldo formando con ellos
    que de sus rayos te guarde.
    ...