Donde más alto trepa la sierra, un pico agudo y liso apunta al cielo su puñalada de piedra.
El sol y el viento se astillan entre sus riscos.
Y si la nieve, en su base, le circunda con regio fulgor de pureza, emerge más frío, más puro; severo e inconmovible, en su negrura lustrosa.
Cuando la amenaza de enorme cilindro rojizo rueda del horizonte, como un toldo que se...