A un poeta
«¿De qué me sirve el fulgoroso manto
que oriental pedrería descolora,
y el canto que supera todo canto?
¿Qué vale que la turba voladora
rey me pregone, cuando el pecho mío
la sed en vano del amor devora?
De mi grandeza en el fatal vacío,
si amor demanda el corazón sediento,
le dan loores y respeto frío.
Bien mi...