•  La mesa estaba alegre como nunca.
    Bebíamos el té: mamá reía
    recordando, entre otros,
    no sé qué antiguo chisme de familia,
    una de nuestras primas comentaba
    — recordando con gracia los. modales,
    de un testigo irritado — el incidente
    que presenció en la calle;
    los niños se empeñaban, chacoteando...

  • Eran aquellos ojos, inmensos y rasgados.
    Los conocí hace tiempo, siempre puros e iguales,
    quietos, como el ensueño de los claustros sellados.
    En las horas de éxtasis vibraban musicales
    al igual de esos pozos frescos, de aguas cantantes.
    Jamás los vi cerrados. Fijos en los caminos
    contemplaban, absortos, el ir de los viandantes
    con la ignota indulgencia...

  • Nada está sujeto a los ojos para siempre
    Nada tiene lazos de leyenda a través del murmullo
    Sólo tu sombra da el destino y despierta la caverna
    Tu lumbre que suspira a modo de subir
    Entregándose entera en su esperanza
    Como chispa confiada y como signo de su hondura

    Volvamos al principio sin conclusión alguna
    En virginal salida de la piel vidente
    ...

  • Cobdician caualleros las guerras de cada día,
    por leuar muy grandes sueldos e leuar la quantía;
    a fuelgan quando veen la tierra en rrobería
    de ladrones e cortones que ellos llieuan en compañía.

    Oluidado han a los moros las suas guerras fazer,
    ca en otras tierras llanas osar fallan que comer:
    vnos son ya capitanes, otros enbían a correr,
    sobre los...

  • Son tan vivos los colores
    de tus flores, raro amigo,
    que yo a tus flores les digo
    “Corazones hechos flores”.

    Y pensar a veces llego;
    si este árbol labios se hiciera…
    ¡Ah, cuánto beso naciera
    de tantos labios de fuego…!

    Amigo: qué lindos trajes
    te ha regalado el Señor;
    te prefirió con su amor
    vistiéndote de celajes…

    Qué...

  • ¡Árboles!
    ¿Habéis sido flechas
    caídas del azul?
    ¿Qué terribles guerreros os lanzaron?
    ¿Han sido las estrellas?

    Vuestras músicas vienen del alma de los pájaros,
    de los ojos de Dios,
    de la pasión perfecta.
    ¡Arboles!
    ¿Conocerán vuestras raíces toscas
    mi corazón en tierra?

  • Para ti mi pensamiento,
    para ti mi corazón;
    para ti, flor de tormento,
    mi pasión.

    Y que dos cercos violados
    que a tus ojos hechizados
    aureolan de suplicios,
    viertan en mí, alucinados
    maleficios.

    Porcelana de ilusiones
    tu palidez...
    Me da claustrales visiones
    tu languidez...
    y tu labio purpurado
    que has mojado...

  • He aquí que llega el tiempo en que vibrante en su tallo
    Cada flor se evapora cual un incensario;
    Los sonidos y los perfumes giran en el aire de la tarde,
    ¡Vals melancólico y lánguido vértigo!

    Cada flor se evapora cual un incensario;
    El violín vibra como un corazón afligido;
    ¡Vals melancólico y lánguido vértigo!
    El cielo está triste y bello como un...

  • I - El Alma
    ¿Quién eres, huésped noble y generoso,
    cerrado en esta cárcel o aposento
    caduco, deleznable y arcilloso,
    que seca un sol y polvoriza un viento?

    ¡Don eterno y espíritu profundo
    prisionero en un vaso cinerario,
    que cuando tú lo llenas, tiene un mundo,
    cuando tú lo abandonas, un osario!

    ¡Emanación celeste y escogida
    que...

  • A M. Valenzuela

    Cual la naturaleza
    de la que forma parte y es fiel copia
    el alma humana tiene ocultas fuerzas
    silencios, luces, músicas y sombras.

    Vagas nieblas también... las ilusiones
    que el paisaje embellecen cuando brillan
    y que...