• CREÍ que de la vida
    Lo peor, lo más negro, era la muerte;
    Pero he probado tantas amarguras
            Y penas tan crueles;
    De tal modo el dolor y el desengaño
            Me han perseguido siempre,
    Que he llegado á pensar que de esta vida
            Lo mejor es la muerte.

  • Ya por el aire navega tu memoria
    y todo viene a mí como fue entonces.
    Oh! sueño, ensueño, tiempo y tiempo
    para siempre y siempre detenido.

    Monstruosamente múltiple
    se alza
    se alzaba el mar sobre los malecones
    mordiendo los costados de la tierra.
    Y tú tuviste miedo, frío, amor tuviste.
    Y amor hubo, miedo, amor, en nuestros corazones.

    ...
  • ¡Huyen los años como raudas naves!
    ¡Rápidos huyen! Infecunda Parca
    pálida espera. La salobre Estygia
    calla dormida.

    ¡Voladores años!

    ¡Dado me fuera detener convulso,
    horas fugaces, vuestra blanca veste!
    Pasan las dichas y temblando llegan
    mudos inviernos...

    Las fragantes rosas
    mustias se vuelven, y el enhiesto cáliz
    cae de la...

  • Hoy, con la primavera,
    soñé que un fino cuerpo me seguía
    cual dócil sombra. Era
    mi cuerpo juvenil, el que subía
    de tres en tres peldaños la escalera.
    -Hola, galgo de ayer. (Su luz de acuario
    trocaba el hondo espejo
    por agria luz sobre un rincón de osario)
    -¿Tú conmigo, rapaz?
    -Contigo, viejo.
    Soñé la galería
    al huerto de...

  • La excelsa roca pisa,
    de amantes desamados visitada,
    con planta no indecisa,
    la lesbiana divina poetisa
    del ingrato Faón enamorada.
    Escucha en lo hondo y mira,
    impávida, agitarse en son horrendo
    del mar la indócil ira;
    y por última vez pulsa la lira,
    al aire estos lamentos esparciendo:
    «Adiós por siempre, oh vida;
    adiós, oh...

  • ¿Hacia dónde tu vuelo
    diriges, ave triste?
    ¿Quizá, ay de ti, perdiste
    la prenda de tu amor?
    ¿O acaso el árbol bello
    donde guardaste el nido,
    el hacha ha destruido
    o el fuego abrasador?

    Tu canto que allá un día
    sonaba placentero,
    su acento hoy lastimero
    al bosque llevará;
    que solo es el recuerdo
    de dicha ya perdida...

  • Es muy fea. ¡Y sin embargo, es deliciosa!

    El Tiempo y el Amor la han señalado con sus garras y la han enseñado cruelmente lo que cada minuto y cada beso se llevan de juventud y de frescura.

    Es verdaderamente fea; es hormiga, araña, si queréis hasta esqueleto: ¡pero también es brebaje, magisterio, hechizo! En suma, es exquisita.

    No pudo el Tiempo romper la armonía...

  • En la sublime Estambul,
    ciudad del adusto moro,
    la más rica en perlas y oro
    que acaricia el mar azul,
    reciben con el reflejo
    de sol luminoso baño
    ricas cúpulas de estaño,
    que hay en el serrallo viejo.
    Vive en cada rosa abierta
    de odorífero rosal,
    pura brisa matinal,
    que de su sopor despierta
    corre el pensil, y después...

  • Decid, oh muertos, ¿quién os puso un día
    Así acostados junto al mar sonoro?
    ¿Comprendía quien fuera que los muertos
    Se hastían ya del canto de las aves
    Y os han puesto muy cerca de las olas
    Porque sintáis del mar azul, el ronco
    Bramido que apavora?

    Os estáis junto al mar que no se calla
    Muy quietecitos, con el muerto oído
    Oyendo cómo crece...

  • Un Cielo a su rostro veo
    Entre esplendores amados.
    Dos breves negros nublados
    Son de sus cejas aseo;
    Es en parecido empleo
    Alba la cándida frente,
    Ojos Astros, Sol luciente
    El cabello se confía,
    Es la nariz láctea vía,
    La boca puertas de Oriente.