• PADRE y maestro mágico, liróforo celeste
    Que al instrumento olímpico y a la siringa agreste
     Diste tu acento encantador;
    Panida! Pan tú mismo, que coros condujiste
    Hacia el propíleo sacro que...

  • Padre y maestro mágico, liróforo celeste

    que al instrumento olímpico y a la siringa agreste
    diste tu acento encantador;

    ¡Panida! Pan tú mismo, con coros condujiste
    hacia el propíleo sacro que amaba tu alma triste,
    ¡al son del sistro y del tambor!

    Que tu sepulcro...

  • Los males que son menores
    de amor, es mi opinión
    que más y mayores son
    de los que de él son mayores;
    y el Dios de los amadores
    no da favor ni destierra
    cuando son merecedores;
    mas do la virtud se encierra,
    la gracia cobra más tierra.

  • Mi saber no es para solo,
    dadme plazo hasta el martes,
    pues imos donde hay las artes
    que hablan, señor, del Polo.
    Mas de tal saber ayuno
    digo, sin acuerdo alguno,
    que debemos todos ir
    a vuestro mando cumplir
    señor, que no quede uno.

  • Tirana la idolatría
    a su imperio mal regido,
    ignorante presidía
    en cuyo engaño el olvido
    muertas las almas tenía.

    Y entre ciegos pensamientos
    de adoraciones inciertas,
    los cuerpos como violentos,
    trayendo las almas muertas,
    eran vivos monumentos.

    Nuevo sol resplandeciente
    en oriente amaneció
    a su sueño dignamente...

  • Los pájaros que en sus nidos
    mueren, ¿a dónde se van?
    ¿Y en qué lugar escondidos
    están, muertos o dormidos,
    los besos que no se dan?

    Nacen, y al punto traviesos
    hallar la salida quieren;
    ¡pero como nacen presos,
    se enferman pronto mis besos
    y, apenas nacen, se mueren!

    En vano con raudo giro
    éste a mis labios llegó.
    Si...

  • Algo se muere en mí todos los días;
    la hora que se aleja me arrebata
    del tiempo en insonora catarata,
    salud, amor, ensueños y alegrías.

    Al evocar las ilusiones mías, pienso:
    «¡Yo, no soy yo!» ¿Por qué, insensata,
    la misma vida con su soplo mata
    mi antiguo ser, tras lentas agonías?

    Soy un extraño ante mis propios ojos,
    un nuevo soñador,...

  • Yo digo para mí: por fin escapo al ruido;
    nadie me ve que voy a la nave sagrada.
    Altas sombras acuden,
    y Darío que pasa con su lira enlutada.

    Con paso innumerable sale la dulce Musa,
    y a ella van mis ojos, cual polluelos al grano.
    La acosan tules de éter y azabaches dormidos,
    en tanto sueña el mirlo de la vida en su mano.

    Dios mío, eres...

  • No más supliques, corazón, ni llores:
    ¿de qué tu llanto te valdrá? de nada;
    de nada humildes ruegos: tus dolores
    sufre de hoy más con altivez callada:
    ¿No sabes, di, que el Hado sus rigores
    nunca remite ni jamás se apiada,
    y cuán en vano su nobleza humilla
    quien dobla ante sus aras la rodilla?
    De la dura paciencia los diamantes
    te...

  • El retorno a la tierra natal ha sido tan
    sentimental, y tan mental, y tan divino,
    que aun las gotas del alba cristalinas están
    en el jazmín de ensueño, de fragancia y de trino.

    Por el Anfión antiguo y el prodigio del canto
    se levanta una gracia de prodigio y encanto
    que une carne y espíritu, como en el pan y el vino.

    En el lugar en donde...