• Durante quince días me recluí en la habitación, rodeado de los libros de moda entonces -hará diez y seis o diez y siete años-; quiero decir de los libros en que se trata del arte de hacer a los pueblos dichosos, buenos y ricos en veinticuatro horas. Había, pues, digerido -es decir, tragado- todas las elucubraciones de esos contratistas de la felicidad pública de los que aconsejan a todos los...

  • De azul y plata adornada
    está la rauda cascada;
    azul el ancho horizonte;
    verde la hermosa enramada,
    y la pradera y el monte.

    Luce la lozana flor
    sus perfumes y sus galas;
    y entona cantos de amor
    ese poema con alas
    que llamamos ruiseñor.

    Las arboledas sombrías
    se cubren con verdes velos;
    y báñanse,...

  • Vierte el humo doméstico en la aurora
    su sabor a rastrojo;
    y canta, haciendo leña, la pastora
    un salvaje aleluya!
    Sepia y rojo.

    Humo de la cocina, aperitivo
    de gesta en este bravo amanecer.
    El último lucero fugitivo
    lo bebe, y, ebrio ya de su dulzor,
    ¡oh celeste zagal trasnochador!
    se duerme entre un jirón de rosicler.

    Hay...

  • 7 de agosto de 1918
    (Fuente Vaqueros, Granada)
    A Fernando Marchesi

    Y la canción del agua
    Es una cosa eterna.

    Es la savia entrañable
    Que madura los campos.
    Es sangre de poetas
    Que dejaron sus almas
    Perderse en los senderos
    De la Naturaleza.

    ¡Qué...

  • Se abren bocas grises
    en la plancha
    redonda del mar.

    Tragan nubes grises
    las bocas
    silenciosas del mar.

    Dormidos los peces,
    en el fondo,
    están.

    Colocados en nichos,
    el cuerpo frío horizontal
    duermen todos los peces
    del mar.

    Uno, bajo una aleta,
    tiene un pequeño
    sol invernal.

    Su luz difusa...

  • Me alejo en silencio como una cinta de seda
    Paseante de arroyos
    Todos los días me ahogo
    En medio de plantaciones de plegarias
    Las catedrales de mis ternuras cantan a la noche bajo el agua
    Y esos cantos forman las islas del mar

    Soy el paseante
    El paseante que se parece a las cuatro estaciones

    El bello pájaro navegante
    Era como un reloj...

  • Hasta el ángulo en sombra en que, al soñar los leves
    sueños de la mañana,
    funjo interinamente de árabe sin hurí,
    llega la dulce voz de una dulce paisana.
    La alondra me despierta
    con un tímido ensayo de canción balbuciente
    y un titubeo de sol en el ala inexperta.

    ¡Gracias, Padre del día,
    oh buen Pastor de estrellas cantando por Banville!
    ...

  • Me destierro a la memoria,
    voy a vivir del recuerdo.
    Buscadme, si me os pierdo,
    en el yermo de la historia,

    que es enfermedad la vida
    y muero viviendo enfermo.
    Me voy, pues, me voy al yermo
    donde la muerte me olvida.

    Y os llevo conmigo, hermanos,
    para poblar mi desierto.
    Cuando me creáis más muerto
    retemblaré en vuestras manos...

  • Me dijo un alba de la primavera:
    —Yo florecí en tu corazón sombrío
    ha muchos años, caminante viejo
    que no cortas las flores del camino.
    Tu corazón de sombra, ¿acaso guarda
    el viejo aroma de mis viejos lirios?
    ¿Perfuman aun mis rosas la alba frente
    del hada de tu sueño adamantino?
    Respondí a la mañana:
    —Sólo tienen cristal los sueños...