• ¿Hasta cuando mi patria idolatrada
    por la discordia te veras manchada
    llenándote tú misma de baldón,
    de tus hijos la sangre derramando
    por un poder efímero luchando?
    dice: ¿acaso te falta corazón?

    ¿Te falta inteligencia? no, mentira
    que en tu alma brilla la celeste pira
    que da a sus escogidos el señor
    ¿hasta cuando tu zaña que...

  • Nada presta tu ruido a mi contento,
    París, de gente y de placeres lleno:
    ¡Vasta y altiva capital! no cuento
    ni un solo amigo en tu gigante seno.
    Gozan en ti os ojos y la mente
    con lo grandioso y opulento y vario:
    mas siempre gime el corazón doliente,
    en ti sin alimento y solitario.
    Con tus fiestas y pompas y placeres
    y vasta agitación que...

  • Te veo un ángel,
    de hueso, piel y carne florecido,
    ojos de lince y aldabón de sienes
    golpeando en las puertas del olvido.

    Y más lejos te veo,
    en una tarde azul y proletaria,
    de blusa azul
    con tus ojos ya claramente azules,
    hablando con muchachas
    de blusa azul,
    y azul de fondo el cielo.

    Luego te vas por una calle solo,
    y...

  • Llegas a mí con garbo presumido,
    tierna y gentil. ¡Cuán vario es el orgullo!
    Ostenta en el león crin y rugido,
    y en la paloma tornasol y arrullo.

    Brillas y triunfas, y a carnal deseo
    cierras la veste con seguro alarde,
    y en el fulgor de tu mirada veo
    sonreír al lucero de la tarde.

    Hay minutos de gracia, que suspenden
    el dolor con alivio...

  • ¿Por qué padeces tan enormes penas?
    ¿Por cuál empresa tan audaz y loca
    de Júpiter las iras desenfrenas,
    y yaces circundado de cadenas
    sobre desnuda solitaria roca?
    ¿A los hijos seguiste de la Tierra
    que, aconsejados por la fiera Diosa,
    al cielo hicieron temeraria guerra,
    y amontonando sierra sobre sierra,
    Pelion alzaron sobre Olimpo y Osa?...

  • Un peán (A pæan)

    I

    ¿Cómo será leído el rito del entierro?

    ¿La solemne canción cantada?

    ¿El réquiem para las más bella muerta,

    que haya muerto tan joven?

    II

    Sus amigos están contemplándola,

    en su vistoso féretro.

    ¡Y lloran! ¡Oh!, deshonrar

    la belleza muerta, con una lágrima!

    III

    ...
  • Cuando al rayar el dia,
    Allá de mi lejana adolescencia,
    El dios de la armonía,
    Que es el dios de la humana inteligencia,
    Su inspiración ardiente
    Vertió en mi corazón, vertió en mi frente;

    Sonó, sonó en mi oido
    De patria y libertad un eco santo
    De insólito sonido;
    La voz del vate, del profeta el canto,
    Que al ruido de tus olas...

  • Como el mundo ignora que tú vives,
    que Margarita Leal ha muerto,
    y que son paredes las paredes
    donde sus puños de ángel golpearon,
    como el mundo necesariamente lo ignora,
    tú estás triste

    –Era tan buena!– dices, cantas.
    Yo la he visto morir hacia las tardes;
    doblar un gesto: desasosiego;
    segura muerte y lento desamparo.

    Oh! ángel...

  • Un payo a confesarse a Madrid vino

    por ver si un reverendo capuchino,

    que de gran santidad fama tenía,

    de sus grandes pecados le absolvía.

    Dirigióse al convento

    de este varón sagrado

    y le halló en el asiento

    de su confesonario, rellanado,

    absolviendo a sujetos diferentes

    que tenían las caras penitentes.

    Llegó al payo su vez...

  • ¡Es con voz de la Biblia, o verso de Walt Whitman,
    que habría que llegar hasta ti, Cazador!
    Primitivo y moderno, sencillo y complicado,
    con un algo de Washington y cuatro de Nemrod.
    Eres los Estados Unidos,
    eres el futuro invasor
    de la América ingenua que tiene sangre indígena,
    que aún reza a Jesucristo y aún habla en español.

    Eres soberbio y...