• Es una araña enorme que ya no anda;
    una araña incolora, cuyo cuerpo,
    una cabeza y un abdomen, sangra.

    Hoy la he visto de cerca. Y con qué esfuerzo
    hacia todos los flancos
    sus pies innumerables alargaba.
    Y he pensado en sus ojos invisibles,
    los pilotos fatales de la araña.

    Es una araña que temblaba fija
    en un filo de piedra;
    el...

  • Entre las hojas de laurel marchitas
    de la corona vieja
    que en lo alto de mi lecho suspendida
    un triunfo no alcanzado me recuerda,

    una araña ha formado
    su lóbrega vivienda
    con hilos tembladores
    más blandos que la seda,
    donde aguarda las moscas
    haciendo centinela,
    a las moscas incautas
    que allí prisión encuentran
    y que la...

  • Vive conmigo no sé qué mujer
    invisible y perfecta, que me encumbra
    en cada anochecer y amanecer.

    Sobre caricaturas y parodias,
    enlazado mi cuerpo con el suyo,
    suben al cielo como dos custodias...

    Dogma recíproco del corazón:
    y ser por virtud ajena y virtud propia,
    a un tiempo la Ascención y la Asunción!

    Su corazón de niebla y teología,...

  • CANTO AL PORVENIR DE LA RAZA LATINA EN AMERICA

    ¡Wake!
      Hamlet.
    I

    Cada vez que en la cumbre desolada
    de la ardua cordillera,
    y tras hondo angustioso paroxismo,
    como caliente lágrima postrera,
    brota de las entrañas del abismo
    misterioso...

  • De la eterna manida del lamento
    pálidos habitantes, malhadados
    reinos a do jamás cupo el contento,

    no; jamás vuestros dioses enojados
    tormentos inventaron que igualasen
    la ausencia a que me fuerzan ¡ay! los hados.

    No plugo al crudo cielo que bañasen
    de Adur las ondas mis cenizas hiertas
    y plácidos mis manes reposasen.

    ...
  • Iba llorando la Ausencia
    con el semblante abatido
    cuando se encontró en presencia
    del Olvido,
    que al ver su faz marchitada,
    le dijo con voz turbada:
    sin colores,
    -"Ya no llores niña bella,
    ya no llores."

    Que si tu contraria estrella
    te oprime incansable y ruda
    yo te prometo mi ayuda
    contra tu mal y contra ella".
    ...

  • Por los caminos de la Amargura
    (piedras de sangre, polvo de llanto)
    por el sendero de los
    dolores largos, muy largos...,
    sin un gemido, sin un sollozo
    vuelve la Madre desde el Calvario.
    Toda silencio. Mortal silencio
    sella sus labios;
    la frente inclina con el agobio
    de su quebranto,
    y en lo más hondo del alma-cielo
    lleva la...

  • El mar
    sonríe a lo lejos.
    Dientes de espuma,
    labios de cielo.

    -¿Qué vendes, oh joven turbia,
    con los senos al aire?

    -Vendo, señor, el agua
    de los mares.

    -¿Qué llevas, oh negro joven,
    mezclado con tu sangre?

    -Llevo, señor, el agua
    de los mares.

    -Esas lágrimas salobres
    ¿de dónde vienen, madre?

    -Lloro, señor...

  • Sentado en una piedra del camino,
    y como presa de pesar tremendo,
    una tarde cantaba un peregrino
    una canción... que me quedó doliendo.

    Una canción que el alma me penetra
    como un escalofrío, una balada
    rebosante de hiel: triste es su letra,
    pero es mucho más triste su tonada.

    El sol iba a morir. Un rojo lampo
    de su luz, como un luengo...

  • Y ahora, vuelvo los ojos
    hacia la síntesis del Canto,
    hacia la barca del Pretérito,
    de parda vela y el bauprés sangrado,
    tu propia barca, donde tú venías,
    piloto de ti mismo, timonel de tu barco,
    donde venía la Patria recién nacida,
    como Moisés entre sus mimbres, por donde Dios quiso llevarlo.

    Caracas fue la cuna
    y Angostura la eternidad....