Ya de suena de la santa Ave María
la solemne campana, que el ocaso
llorar parece del lejano día:
Como de encanto súbito por caso,
Sucede hondo silencio de repente,
al urbano bullicio; el presto paso
detiene al son la pasajera gente,
que con rápida mano la cabeza
a los cielos descubre reverente;
y la salutación gloriosa reza
con que el...
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La oración es voz del alma,
Ya palabras lleve ó nó,
De una llama que arde oculta
Generosa vibración.Un suspiro que se exhala,
Una lágrima de amor,
La mirada que elevamos
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Un cura y su criada en una aldea
la noche de difuntos
se calentaban juntos
al fuego de una grande chimenea.
La doncella era joven y graciosa
tanto como inocente,
y el cura un hombre ardiente,
de barriga y gordura prodigiosa,
porque siempre estos bienaventurados
son de salud por el Señor colmados.
Al ir al dormitorio,
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¡Qué horror! Mi duda insulta al Dios que anhelo.
Yo necesito orar; ¡estoy tan solo!
Yo te busco, Señor, en mi camino.
¿Dónde estás? ¿dónde estás? Caigo de hinojos,
Junto las manos y la frente inclino. -
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(En el día de mi natalicio)
En este día, como la aurora al mundo,
me mandaste, Señor;
yo te bendigo Espíritu fecundo,
Supremo Creador.Dichoso o infeliz, Luz de la vida,
mi voz te cantará;
regocijada el alma o abatida
siempre te ensalzará.En el dolor, que ilustra y santifica,
bendigo tu bondad;
en la fe, que... -
Noche sin luna
y yo aquí.
Ni velamen ni vientos,
ovillado en la noche
interrogante signo sin fraseY este dolor
sin raigambre en las cosas
—fantasma sin memoria—
¿vino de un mundo donde no hay ojos,
que velen a la muerte?Quiero solamente,
en bautismos de alegría y de dolor,
apretarme a la Tierra
bajo el ala... -
Señor, tu nombre santo
celebra la voz mía
en armonioso canto,
cuando brilla la luz del nuevo día.Tú mandaste a tu sol que disipara
las sombras de la noche, y obediente
por la inflamada esfera
emprende su magnífica carrera.Vida, belleza, acción, todos los seres
recobran ya; la tierra se engalana
de flores, y presenta
una... -
Como a un ángel que afeitan, vivo siempre sentado,
empuñando algún vaso de profundas estrías;
doblado el hipogastrio, miro cómo han zarpado
del puerto de mi pipa tenues escampavías...Cual cálida inmundicia que un palomar ha hollado,
me abrasan dulcemente múltiples fantasías
y es mi corazón triste, árbol ensangrentado
por las jaldes resinas doradas y... -
Infante-Dios: el pálido bardo meditabundo
canta el advenimiento del divino tesoro,
y, ante quien da su vida al corazón del mundo,
ofrenda su plegaria -su mirra, incienso y oro-.No por el que celebra la gloria de tu pascua
entre rubios hervores de cálido champaña,
ni por el alma frívola, ni por la boca de ascua
en que el sofisma teje sutil hebra de...