Oración de la infancia

Señor, tu nombre santo
celebra la voz mía
en armonioso canto,
cuando brilla la luz del nuevo día.

Tú mandaste a tu sol que disipara
las sombras de la noche, y obediente
por la inflamada esfera
emprende su magnífica carrera.

Vida, belleza, acción, todos los seres
recobran ya; la tierra se engalana
de flores, y presenta
una nueva creación cada mañana.

Señor, tu nombre santo
celebra la voz mía
en armonioso canto,
cuando brilla la luz del nuevo día.

El sol llena los cielos,
y del trono gobierna
los astros que su marcha
siguen cumpliendo con su ley eterna.

Así también, oh Dios, pues el Sol eres
verdadero del mundo, ocupa, enciende
todos los corazones,
y dirige a tu ley nuestras acciones.

Si te es grata la voz de la inocencia,
escúchanos, Señor, bajo tus alas
pon a los que te adoran
y tu luz, tu piedad, tu gracia imploran.

Señor, tu nombre santo
celebra la voz mía
en armonioso canto,
cuando brilla la luz del nuevo día.

Collection: 
1800

More from Poet

  • Visitome el amor esta noche
    con un dulce, gratísimo sueño:
    yo soñé que a mi angélico dueño
    de este modo empezábale a hablar:
    -Saber puedes las veces que te amo
    si las luces contares del cielo,
    y las hojas que cubren el suelo,
    y las olas que baten la mar...

  • ¿Ves cuál se precipita en ígneo sulco,
    de la ominosa nube desprendido
    , el rayo asolador, de ronco trueno
    y luz deslumbradora precedido;
    y de las enriscadas, desiguales
    sierras derroca las enormes masas
    de portentosa, horrible pesadumbre,
    que desraigando...

  • Señor, tu nombre santo
    celebra la voz mía
    en armonioso canto,
    cuando brilla la luz del nuevo día.

    Tú mandaste a tu sol que disipara
    las sombras de la noche, y obediente
    por la inflamada esfera
    emprende su magnífica carrera.

    Vida, belleza, acción...

  • A mi hermana Magdalena

    ¡Qué dignos son de risa
    esos hombres soberbios,
    que piensan perpetuarse
    pintándose en los lienzos!
    De blasones ilustres
    sus cuadros están llenos,
    de insignias y de libros
    y pomposos letreros.
    De este modo ellos piensan...

  • ¿Dime de dónde vienes?,
    dímelo por tu vida,
    ¿dónde vas?, ¿de quién eres,
    amable palomita?

    -El amoroso Olmedo
    a su Nise me envía,
    a la graciosa Nise,
    su amor y su delicia.
    Yo antes era de Venus,
    y de las más queridas,
    yo su carro tiraba...