• Miré ligera Nave,
    Que con alas de lino en presto vuelo
    Por el aire süave
    Iba segura del rigor del Cielo,
    Y de tormenta grave.
    En los Golfos del Mar el Sol nadaba
    Y en sus ondas temblaba;
    Y ella, preñada de riquezas sumas,
    Rompiendo sus cristales,
    Le argentaba de espumas,
    Cuando en furor iguales,
    En sus velas los vientos se...

  • Esa noche, ardiendo el pueblo
    de animación y entusiasmo
    bajo el influjo sublime
    de tu genio soberano,
    todo era bravos y dianas,
    todo era vivas y aplausos,
    todo cariño en los ojos
    todo cariño en los labios,
    y todo flores, laureles,
    admiración y ... entretanto,
    allá muy lejos, muy lejos,
    sonando lento y pausado,
    se alzaba...

  • ¡Para hacer bien por el alma
    del que van a ajusticiar!

    I

    Reclinado sobre el suelo
    con lenta amarga agonía,
    pensando en el triste día
    que pronto amanecerá,
    en silencio gime el reo
    y el fatal momento espera
    en que el sol por vez postrera
    en su frente lucirá.

    Un altar y un...

  • ¡Grandeza de los hombres ilusoria!
    ¿Qué valió que fortuna
    de oro te diera y de marfil la cuna?
    ¿Qué valió que te diera una victoria,
    cual presagio feliz, el fausto nombre,
    ni que gozara tu engreída infancia
    de cuantos bienes apetece el hombre?
    ¿Qué valió que a tu padre esclarecido,
    y tu esposo después vieras alzado
    a la más alta cumbre del...

  • Señor, Señor, el pueblo que te adora,
    bajo el peso oprimido
    de tu cólera santa, gime y llora.
    Ya no hay más resistir: la débil caña
    que fácil va y se mece
    cuando sus alas bate el manso viento,
    se sacude, se quiebra, desparece
    al recio soplo de huracán violento.
    Así tu ira, Señor, bajo las formas
    de asoladora peste y hambre y guerra,
    ...

  • .............................
    Porque al abrirse las puertas
    Del misterioso ataúd
    Hallan paz, vida y contento
    Los que mueren como tú.

    Zorrilla.

    TIERNO botón que en el pensil florido
    Tus matices apenas ostentabas,
    Y en la rama flexible,
    A impulso de las brisas odorantes,
    Con muelle oscilación te...

  • Sola esta vez quisiera,
    bellísima Amarili, me escucharas,
    no por ser la postrera
    que he de cantar afectos suspendidos,
    sino porque mi voz de ti confía
    que esta vez se merezca a tus oídos
    por lastimosa, ya que no por mía.

    No tanto liras hoy, endechas canto;
    no celebro hermosuras,
    porque hermosuras lloro;
    quien tanto siente que se...

  • También sobre la tumba que cubre tus cenizas
    resuenen, pobre amigo, los ecos de mi voz,
    y lejos del bullicio de mundanales risas
    llorando te dirijo mi postrimer adiós.

    También, querido amigo, mis trémulos acentos
    agiten temblorosos las flores de tu sien,
    y unidos al sublime gemido de los vientos
    se lleven a los cielos mi súplica también.

    Si...

  • ¿Y eres tú Dios? ¿A quién podré quejarme?
    inebriado en tu gloria y poderío.
    ¡ver el dolor que me devora impío
    y la mirada de piedad negarme!

    Manda alzar otra vez por consolarme
    la grave losa del sepulcro frío,
    y restituye, oh Dios, al seno mío
    la hermana que has querido arrebatarme.

    Yo no te la pedí. ¡Qué! ¿es por ventura
    ...

  • En la muerte de un niño

    Así como contempla el caminante
    con los ojos llorosos
    cual se llevan los soplos del levante
    las hojas de los álamos frondosos;
    así nosotros en adversa suerte,
    con alma entristecida
    miramos como al soplo de la muerte
    se desprenden...