• Ya cerraste los ojos que fueron
    tus estrellas, oh mísero esposo:
    ya escuchaste del labio amoroso
    ¡el postrero tiernísimo adiós!
    Y padeces, de aquélla privado
    que te fue tan leal compañera,
    los dolores que el alma sintiera,
    si partirla pudieran en dos.
    ¡Ay! ¡cuán mudas las solas estancias!
    ¡Ay! ¡cuán vasta la casa desierta!
    ¡De la...

  • Yo me raiba, compañeros,
    sin poderlo remediar,
    cuando comensó a contar
    otro caso verdadero,
    de un juez de paz terutero
    yamao don Manuel Rovira,
    ¡Pucha, parece mentira!
    Si al negrete más amacho
    pa largar al mundo guachos,
    por veinte leguas lo tira.

    ¡Que Urquiza, ni que Ortiguera,
    qué Belén, ni Carabayo!
    les ha largao sus...

  •     Cantos de regocijo y de victoria
     Nuestras voces alzaron aquel día
     Que regia mortal mano te ceñía
     Mezquino lauro de terrestre gloria:
        
        Y hoy que a la voz de tu Hacedor acudes,
     A recibir la fúlgida diadema
     Que la inmutable Majestad Suprema
     Guarda en la eterna patria a las virtudes
        
        Hoy nuestra flaca condición...

  • Ardiente una muchacha el otro día,
    en tanto que su madre en misa estaba,
    llena de miedo y turbación dudaba
    si a su amante Manuel se lo daría.

    Temiendo si preñada quedaría,
    entre darlo y no darlo vacilaba,
    y el valiente mozuelo la animaba
    diciendo que al venir lo sacaría.

    Fueron tan poderosos los ataques,
    que consiguió, por...