Soneto de Manuel

Ardiente una muchacha el otro día, en tanto que su madre en misa estaba, llena de miedo y turbación dudaba si a su amante Manuel se lo daría. Temiendo si preñada quedaría, entre darlo y no darlo vacilaba, y el valiente mozuelo la animaba diciendo que al venir lo sacaría. Fueron tan poderosos los ataques, que consiguió, por fin, verla en el suelo, y dijo al derramar de los zulaques: -Qué suave es la sustancia del ciruelo: por tu vida, Manuel, no me la saques, y más que llegue la barriga al cielo.

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1765

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No te quejes, oh Nice, de tu estado porque te llamen puta a boca llena, pues puta ha sido mucha gente buena y millones de putas han reinado. Dido fue puta de un audaz soldado, a ser puta Cleopatra se condena, y el nombre lucrecial, que tanto suena, no es tan honesto como se ha pensado. Esa de...

I[[editar](/w/index.php?title=Once_y_trece&action=edit&section=1)]

Con un robusto fraile carmelita

se confesaba un día una mocita

diciendo: -Yo me acuso, padre mío,

de que con lujurioso desvarío

he profanado el sexto mandamiento

estando con un...

Dieron alojamiento

a un tunante sargento

en la casa de cierta labradora,

viuda, joven, con humos de señora,

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habiendo reparado

que era rollizo, sano y bien formado;

tanto, que...

Casarse una soltera recelaba

temiendo el grave daño que causaba

el fuerte ataque varonil primero

hasta dejar corriente el agujero.

La madre, que su miedo conocía,

si a su hija algún joven la pedía

con el honesto fin del casamiento,

procedía con...