Esta leyenda en sabio romance campesino,
ni arcaico ni moderno, por Valle-Inclán escrita,
revela en los halagos de un viento vespertino
la santa flor de alma que nunca se marchita.
Es la leyenda campo y campo. Un peregrino
que vuelve solitario de la sagrada...
|
¡Oh el mar aventurero, indómito y fluctuante, |
Llovía torrencialmente |
El río dijo al sauce: «Yo soy la vida y, en mi incesante correr, renuevo emociones». El sauce dijo al río: «Yo soy el poeta, ¿no ves como te embellezco, rezando sobre ti las estrofas de mis ramas?» Dijo el río: «Pues ven conmigo, tú me darás la belleza de tu canto, yo el encanto... |