Mire usted, Asunción: aunque algún ángel
metiéndose envidioso,
conciba allá en el cielo el mal capricho
de venir por la noche a hacerle el oso
y en un acto glorioso
llevársela de aquí, como le ha dicho
no sé qué nigromante misterioso,
no vaya usted, por...
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Si supieras, niña ingrata, Si supieras que del alma |
Ante el recuerdo bendito Yo siento que brota en flores... |
Después de que el destino Después de que mis ramas |
Pues que del destino en pos Antes que mi boca se abra Que muy bien pudiera ser... |
Para Angela Peralta Hubo una selva y un nido Que de su paso en las huellas |
¡Amar a una mujer, sentir su aliento, |
¡Y bien! aquí estás ya... sobre la plancha Aquí donde la rígida experiencia Aquí donde derrama sus fulgores... |
I Medio oculta entre la selva |
Esa noche, ardiendo el pueblo |