• El pálido Infante
    una extraña locura tenía,
    el pálido Infante
    poseer una estrella quería...

    Para curar su mal, el Rey hizo venir
    de un imperio lejano a la Infanta más bella,
    pero, el Príncipe, al ver sus ojos de zafir,
    se acordó de la estrella...

    Amarga era su vida hasta que, una mañana
    —sin criados ni mastines,
    el gerifalte al puño...

  • Pequeño poema
    Abril de 1918
    (Granada)

    ¡Mi corazón es una mariposa,
    Niños buenos del prado!,
    Que presa por la araña gris del tiempo
    Tiene el polen fatal del desengaño.

    De niño yo canté como vosotros,
    Niños buenos del prado,
    Solté mi gavilán con las temibles...

  • Basta señora arpa de las bellas imágenes
    De los furtivos cosmos iluminados
    Otra cosa otra cosa buscamos
    Sabemos posar un beso como una mirada
    Plantar miradas como árboles
    Enjaular árboles como pájaros
    Regar pájaros como heliotropos
    Tocar un heliotropo como una música
    Vaciar una música como un saco
    Degollar un saco como un pingüino
    ...

  • Hombre de Extremadura,
    oigo bajo tu pie el humo del lobo,
    el humo de la especie,
    el humo del niño,
    el humo solitario de dos trigos,
    el humo de Ginebra, el humo de Roma, el humo de Berlín
    y el de París y el humo de tu apéndice penoso
    y el humo que, al fin, sale del futuro.
    ¡Oh vida! ¡Oh tierra! ¡Oh España!
    ¡Onzas de sangre,
    metros de...

  •  Si siempre estoy ensayando
    mi sonrisa amarga y triste,
    es porque estoy esperando
    a una mujer que no existe.

     Víctima del desencanto
    sufro martirios letales;
    por eso adoro yo tanto
    mis dichas artificiales.

     Paraísos artificiales
    que huyen del ruido y del sol...
    ¡Mis rimas son inmortales,
    pues son hijas del alcohol!

     Soy...

  • EL CAIMÁN

    Es el Capitán del Río;
    viejo zorro dormilón, viejo Neptuno,
    con ese dolor de eternidad
    de los que se salvaron del Diluvio

    En la playa candorosa
    alza su boca abierta el Capitán del Río
    como si fuera echando hacia los cielos
    las almas de los que se ha comido.

    Viejo zorro, compadre del filósofo,
    ¡sospechoso, como el...

  • Yo nací en Jacinto Vera.
    ¡Qué barrio Jacinto Vera!
    Ranchos de lata por fuera
    y por adentro madera.

    De noche blanca corría,
    blanca corría la luna
    y yo corría tras ella.
    De repente la perdía
    de repente aparecía,
    entre los ranchos de lata y
    por adentro madera.

    !Ay, luna, mi luna blanca.
    Luna de Jacinto Vera!

    ...
  • BLANCA LA NOVIA

    -Amada, ya es hora,
    ya se acerca la aurora
    y el cura en la capilla nos espera.

    -Más tarde, cuando muera
    la primavera.

    -Amada, ponte presto los azahares,
    que ya las luces brillan en los altares
    y canta el río.

    -Luego, amor mío,...

  • Vengo a verte pasar todos los días,
    vaporcito encantado siempre lejos...
    Tus ojos son dos rubios capitanes;
    tu labio es un brevísimo pañuelo
    rojo que ondea en un adiós de sangre!

    Vengo a verte pasar; hasta que un día,
    embriagada de tiempo y de crueldad,
    vaporcito encantado siempre lejos,
    la estrella de la tarde partirá!

    Las jarcias...

  • En el Buceo, de noche,
    se asoman al mar los muertos
    El que no trisque confianza
    que encienda una luna. Es cierto.
    Y si los muertos se asoman,
    de noche, al mar comunero,
    es porque tañen aldaba
    modistas y zapateros.

    Son las deudas planetarias:
    los deudos, ¿por qué pusieron
    al difunto ropa nueva,
    zapatos y traje negro?

    ...