Siendo yo niño tierno,
con la niña Dorila
me andaba por la selva
cogiendo florecillas,
de que alegres guirnaldas,
con gracia peregrina
para ambos coronarnos,
su mano disponía.
Así en niñeces tales
de juegos y delicias
pasábamos...
Siendo yo niño tierno, de que alegres guirnaldas, Así en niñeces tales |
Tras una mariposa, Recosteme cansado, Cual otros dos zagales |
Ya torna mayo alegre De ramo en ramo cantan y el céfiro jugando |
Ved, amigos, cuál llega Grata Flora en su obsequio Cojamos las más lindas; |
Un día que en la vega, cantaba entretenido casi a mis pies seguras |
Mandó a Madrid venir de la montaña un mercader ricacho a su sobrino para que se instruyese en la maña con que era en el comercio ladrón fino. Cuando llegó buscando la cucaña el tal montañesillo a su destino, tendría de catorce a quince años, edad... |
El cínico Diógenes de Atenas con su filosofía hizo, mientras vivió, mil cosas buenas, siendo su gran manía ponerse a procrear públicamente a sol radiante y a faldón valiente. Decía: -No es razón que a ver a un hombre morir se junten tantos ... |
Casóse Dora la bella con Dido, y Dido intentó, la noche que se casó, hacerle un hijo, hijo de ella. Como pasó mala noche aquella en que fue casada, se levantó al otro día con toda la cara ajada. Desde que le vio su padre... |
Guayaquil, ciudad hermosa |
Reprendía un abad a un perezoso producirá en cualquiera religioso |