•  Yo soy ardiente, yo soy morena,
    Yo soy el símbolo de la pasión;
    De ansia de goces mi alma está llena.
    — ¿A mí me buscas? — No es á tí; no.

     — Mi frente es pálida; mis trenzas de oro:
    Puedo brindarte dichas sin fin;
    Yo de ternura guardo un tesoro....

  • XII.

     
     Porque son, niña, tus ojos
    Verdes como el mar, te quejas;
    Verdes los tienen las náyades,
    Verdes los tuvo Minerva,
    Y verdes son las pupilas
    De las hurís del profeta.

    ...

  • XIII.

     
     Tu pupila es azul, y cuando ríes,
    Su clarídad suave me recuerda
    El trémulo fulgor de la mañana
    Que en el mar se refleja....

  • XIV.

     
     Te ví un punto, y, flotando ante mis ojos
    La imagen de tus ojos se quedó,
    Como la mancha oscura, orlada en fuego,
    Que flota y ciega, si se mira al sol.

    ...

  • XV.

     
     Cendal flotante de leve bruma,
    Rizada cinta de blanca espuma,
    Rumor sonoro
    ...

  • XVI.

     
    Si al mecer las azules campanillas
    De tu balcón,
    Crees que suspirando pasa el viento
    ...

  • XVII.

     
     Hoy la tierra y los cielos me sonrien,
    Hoy llega al fondo de mi alma el sol;
    Hoy la he visto... la he visto y me ha mirado...
     ...

  •   Fatigada del baile,
    Encendido el color, breve el aliento ,
      Apoyada en mi brazo,
    Del salón se detuvo en un extremo.

    ...

  •  Cuando sobre el pecho inclinas
    La melancólica frente,
    Una azucena tronchada
    Me pareces.

     Porque al darte la pureza
    De que es símbolo celeste.
    Como á ella, te hizo...

  •  Sabe, si alguna vez tus labios rojos
    Quema invisible atmósfera abrasada,
    Que el alma que hablar puede con los ojos,
    También puede besar con la mirada.