Rima XIV

XIV.

Te ví un punto, y, flotando ante mis ojos
La imagen de tus ojos se quedó,
Como la mancha oscura, orlada en fuego,
Que flota y ciega, si se mira al sol.

Adonde quiera que la vista fijo,
Torno á ver sus pupilas llamear;
Mas no te encuentro á tí; que es tu mirada:
Unos ojos, los tuyos, nada más.

De mi alcoba en el ángulo los miro
Desasidos fantásticos lucir:
Cuando duermo, los siento que se ciernen
De par en par abiertos sobre mí.

Y sé que hay fuegos fátuos que en la noc
Llevan al caminante á perecer:
Yo me siento arrastrado por tus ojos,
Pero adonde me arrastran, no lo sé.

Collection: 
1856

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