• I

    Estación de la bruma y la dulce abundancia,
    gran amiga del sol que todo lo madura,
    tú que con él planeas cómo dar carga y gozo
    de frutos a la vid, bajo el pajizo alero;
    cómo doblar los árboles musgosos de las chozas,
    con peso de manzanas, y sazonar los frutos.
    y henchir la calabaza y rellenar de un dulce...

  • Una larga carretera
    entre grises peñascales,
    y alguna humilde pradera
    donde pacen negros toros. Zarzas, malezas, jarales.
    Está la tierra mojada
    por las gotas del rocío,
    y la alameda dorada,
    hacia la curva del río.
    Tras los montes de violeta...

  • Juventud, divino tesoro,
    ¡ya te vas para no volver!
    Cuando quiero llorar, no lloro,
    y a veces lloro sin querer...

    Plural ha sido la celeste
    historia de mi corazón.
    Era una dulce niña, en este
    mundo de duelo y de aflicción.

    Miraba como el alba pura;
    sonreía como una flor.
    Era su cabellera obscura
    ...

  • I

    Pronto nos hundiremos en las frías tinieblas;
    ¡Adiós, viva claridad de nuestros menguados estíos!
    Escucho ya caer con resonancias fúnebres
    La leña retumbante sobre el empedrado de los patios.

    Todo el invierno va a penetrar en mí ser: cólera,
    Odio, estremecimientos, horror, trabajo duro y forzado,
    Y, como el sol en su infierno polar,
    Mi...

  • ¿OYES silbar el viento proceloso
    Entre los secos troncos, y en las peñas
    No ves cual troza las marchitas breñas?
    ¿No miras en los tristes arenales
    Las pardas espirales
    Del fugaz remolino vagaroso?
    Mira el bosque desnudo
    De sus pomposas galas:
    Oye cual lanza su graznido rudo
    El cuervo que se aleja
    Hendiendo el aire con sus negras alas...

  • Una tarde de paz en el estío
    en que al sopor del caluroso ambiente
    se mezclaba lo fresco del rocío.

    Hora en que el sol su brillantez perdía,
    cubierto allá por las doradas nubes
    donde hermosas sus luces escondía.

    Sembrada de azucenas y verdura
    selva en verdad de dilatado espacio,
    convidaba al reposo y la tristura;

    y en la...

  • Murmurando á la contina
    Sopla alada ventolina,
    Y retostadas y rojas
    Cual copos de luz, las hojas
      Remolina.

    Ya mustia campiña rása,
    Ya el árbol que el sol abrasa
    Roza en blando movimiento;
    Doquier de otoño el aliento
    ...

  • A Miguel Ángel Barona

    Guárdate tus sonrisas: mi corazón hastiado,
    como fruto en sazón, a la tierra se inclina;
    la senda ha sido larga, amiga: estoy cansado,
    y quisiera gozar de mi hora vespertina.

    Odio aquellos amores de folletín: mi herida
    no mendiga limosnas de piedades ajenas.
    Yo tengo...

  • Huye el año a su término
    Como arroyo que pasa,
    Llevando del poniente
    Luz fugitiva y pálida.
    Y así como el del pájaro
    Que triste tiende el ala,
    El vuelo del recuerdo
    Que al espacio se lanza
    Languidece en lo inmenso
    Del azul por do vaga.
    Huye el año a su término
    Como arroyo que pasa.

    Un algo de alma aún yerra
    Por los...

  • ¡De nuevo son las rosas de Octubre, Otoño mío...!
    Han escondido el sol en una cueva obscura...
    y los pálidos dedos del inmortal Hastío
    estrujan –rosa seca– mi pasada ventura.

    ¡Lacerante recuerdo de la extinta dulzura
    que torna vanamente al corazón vacío...!
    Perdimos el sendero y la noche perdura
    –¡la noche!– y aún no brilla tu luminar, ¡Dios mío!...