Venid en hora felice,
Valiente ilustre Marqués,
Nuevo Aquiles más invicto,
Nuevo Curcio más fiel.
Parabién a vuestras palmas
Era escusado, porque
Lo que teje una costumbre
No le adorna un parabién.
Cuando vos surcáis el Tajo,
Vasallo feliz se cree,
No ya de un Neptuno antiguo,
Pero de un Marte novel.
Todo en gustos...
Verde embeleso de la vida humana,
loca esperanza, frenesí dorado,
sueño de los despiertos intrincado,
como de sueños, de tesoros vana;
alma del mundo, senectud lozana,
decrépito verdor imaginado;
el hoy de los dichosos esperado,
y de los desdichados el mañana:
sigan tu sombra en busca de tu día
los que, con verdes vidrios por...
Vierte la blanca Aurora
Cuando en los campos dulcemente llora
Sobre las flores bellas
El rocío, que sudan las estrellas:
Así pues rocía Anarda con olores,
Siendo Anarda la Aurora, ellas las flores.
Deseado he desde niño,
Y antes si puede ser antes,
Ver un Médico sin guantes
Y un abogado lampiño,
Un Poeta con aliño,
Un Romance sin orillas,
Un Sayón con pantorrillas,
Un Criollo liberal,
Y no lo digo por mal.
Ayer sobre dos astillas
Andaba el Señor Bicoca,
Y hoy, la barriga a la boca,
Lleva ya las pantorrillas...
Ya que conozco ahora
Difunta el alma, sean
Mis llamas los blandones,
Mis voces las exequias.
Las fuentes, y los campos,
Mi amor digan, y vean,
Pues dan voces las aguas,
Pues dan ojos las hierbas.
Hermosíssima Anarda,
Que en rigor, y belleza,
Eres tigre de luces,
Eres Sol de fierezas.
En esta muerte el alma
Porque...
Ya que para despedirme,
dulce idolatrado dueño,
ni me da licencia el llanto
ni me da lugar el tiempo,
háblente los tristes rasgos,
entre lastimosos ecos,
de mi triste pluma, nunca
con más justa causa negros.
Y aun ésta te hablará torpe
con las lágrimas que vierto,
porque va borrando el agua
lo que va dictando el...
Je ne m’attendois pas d’estre loüé de vous ;
Cet honneur me surprend, il faut que je l’avoüe :
Mais de tous les plaisirs le plaisir le plus doux,
C’est de se voir loüé de ceux que chacun loüe.
Abbé, dont le discours flatteur,
Qu’avec grace ta Muse étale,
Vient par un murmure enchanteur
Tâcher d’endormir ma morale ;
Tu crois qu’avec avidité,
Déjà l’Amour-propre enchanté
Avale la délicatesse
D’un poison si bien apprêté :
Je sens, malgré ma vanité,...
Morin, tu m’as empli ma chambre
D’une odeur douce comme l’ambre ;
Et je puis dire, en vérité,
...
Le dieu Mars et Vénus, blessés des mêmes traits,
Goûtaient les biens les plus parfaits,
Qu’aux cœurs bien enflammés le tendre Amour apprête ;
Mais ce dieu superbe et jaloux,
D’un œil de conquérant regardant sa conquête,
Fit bientôt aux plaisirs succéder les dégoûts.
Un cœur jaloux ne fait paraître
Que des feux qui le font haïr...
