• 1
    Los ciento que dio pasos bella dama,
    los mil que dio suspiros tierno río,
    siendo ella esquiva más que al sol su rama,
    y él, más que el sol amante a su desvío,
    yo cantaré, que amor mi pecho inflama,
    y no de Marte el plomo, cuyo brío
    en el vaciado bronce, resonante,
    venganza es ya de Júpiter tonante.

    ...
  • 1
    Viniéronse a juntar Dafne y Dametas,
    pastor de cabras uno, otro vaquero,
    mientras las unas pacen inquietas
    y las otras el sol huyen severo,
    cuales por las roturas más secretas
    y cuales, al soplar cierzo ligero,
    por las amenas sombras distraídas,
    con paz gozadas, con piedad movidas.

    2
    ...

  • 1
    Desdenes, que el amor de acíbar llena,
    destierran de tu margen, blanco río,
    a quien sin duda fue cisne en la pena,
    pues la supo llorar sonoro y pío.
    Pero si quieres hoy verle en tu arena,
    deja las ovas del retrete umbrío
    que por último vale a tus orejas,
    invía estas palabras y estas quejas.

    ...

  • El sol disipa la tiniebla oscura,
    Y penetrando el ámbito profundo,
    El velo rasga que cubrió á Natura,
    Y vuelve los colores y hermosura
     Al universo mundo.

    ¡Oh, de las almas, Cristo, única lumbre!
    ¡A ti solo el honor y adoraciones!
    Nuestra humilde oración llegue á tu cumbre;
    Ríndanse á tu...

  • Como la luna pálida y les astros
    Al viajador cansado, errante, solo,
    Con prestado fulgor en vano alumbran,
    Lo mismo al alma la Razón. Si aquellas
    Erráticas lumbreras nos descubren
    Lejano espacio, pero no el camino
    Que allá conduce, la Razón al hombre
    Región más bella en lontananza anuncia,

    Sin enseñarle de salud la senda;
    Y cual se apagan...

  • Pues amarga la verdad,
    Quiero echarla de la boca;
    Y si al alma su hiel toca,
    Esconderla es necedad.
    Sépase, pues libertad
    Ha engendrado en mi pereza
    La Pobreza.

    ¿Quién hace al tuerto galán
    Y prudente al sin consejo?
    ¿Quién al avariento viejo
    Le sirve de Río Jordán?
    ¿Quién hace de piedras pan,
    Sin ser el Dios verdadero...

  • Firma Pilatos la que juzga ajena
    Sentencia, y es la suya. ¡Oh caso fuerte!
    ¿Quién creerá que firmando ajena muerte
    el mismo juez en ella se condena?

    La ambición de sí tanto le enajena
    Que con el vil temor ciego no advierte
    Que carga sobre sí la infausta suerte,
    Quien al Justo sentencia a injusta pena.

    Jueces del mundo, detened la mano...

  • La vista de tus ojos brilladores
    El alma, Anarda esquiva, considera
    Del fuego abrasador mejor esfera,
    Dos hermosos epítomes de ardores.

    Tu corazón, Anarda, en los rigores,
    Que a un pecho amante esquivamente altera,
    Todo hielo en desdenes se pondera,
    Todo nieve se copia en disfavores.

    En graves penas, en tristezas sumas
    Ningún sosiego de...

  • Hirió blandamente el aire
    Con su dulce voz Narcisa,
    Y él le repitió los ecos
    Por boca de las heridas.

    De los celestiales Ejes
    El rápido curso fija,
    Y en los Elementos cesa
    la discordia nunca unida.

    Al dulce imán de su voz
    Quisieran, por asistirla,
    Firmamento ser el Móvil,
    El Sol ser estrella fija.

    Tan bella,...

  • Llorando el bello Adonis Citerea
    Entre el muerto coral, que llora tanto,
    El prado reverdece con el llanto,
    El prado con la sangre purpurea.

    Admira en su dolor la luz Febea,
    Si no la encubre el tenebroso manto,
    Pues vino al día con funesto espanto
    De la muerte infeliz la noche fea.

    Mas un remedio su tormento quiere,
    Que es convertirlo en...