Con larga mano te otorgó, señora,
Virtud, gracia y nobleza el alto cielo;
Es tu casta hermosura rico velo,
Digno del alma regia que atesora.

Tú del místico fuego guardadora,
Del desvalido perenal consuelo,
Pasas haciendo bien por este suelo:
...

¡Salve, alegre, genial Primavera,
Que esperanzas derramas doquiera
Y coronas los prados en flor!

Ved cuál bulle y fermenta la vida,
Y al deleite natura convida
Con su oculta, tiránica voz.

Ya resuena la mística orgía,
Que otro tiempo las...

Dios

¿A quién, Señor, compararé tu alteza,
Tu nombre y tu grandeza,
Si no hay poder que a tu poder iguale?
¿Qué imagen buscaré, si toda forma
Lleva estampado, por divina norma,
Tu sello soberano?
¿Qué carro ascenderá donde tú moras,
...

Puso Dios en mis cántabras montañas
Auras de libertad, tocas de nieve,
Y la vena del hierro en sus entrañas.
Tejió del roble de la adusta sierra
Y no del frágil mirto su corona;
Que ni falerna vid ni ático olivo,
Ni siciliana mies ornan sus campos,...

Brote del labio lo que el pecho siente;
Rompa su cárcel el interno fuego
Que nutrí con amor por tantos días,
Y devorando hasta el postrer rastrojo
Del seco campo de mi amor perdido,
Inflame el pensamiento
Con nueva luz, de dichas precursora,
Y el...

Erré, cándido Gino, largo tiempo,
Y grandemente erré. Mísera y vana
Juzgué la vida; insulsa más que todas
Esta presente edad. Intolerable
Fue y pareció mi lengua a la dichosa
Prole mortal, si es que mortal se puede
Llamar el hombre. Entre desdén y...

Si dura ley, señora,
Impide que mi voz presente y viva,
O encadenada en letra mensajera,
Amante vuele a acariciar tu oído,
¿Consentirás al menos
Que el ritmo vago, como el aire libre,
Indomeñable, etéreo,
Que ni montes ni alcázares detienen...

Cien veces los miré, mas nunca supe
Cuál era su color; fijos los míos
En su lumbre, contentos se anegaban,
Y al parecer veïan;
Pero el alma sedienta penetraba,
A través de las formas veladoras,
En busca del recóndito sentido,
Como busca el...