¡Qué tarde regresas!... ¿Serán las benditas
locuaces amigas que te han detenido?
Vas tan agitada!... ¿Te habrán sorprendido
dejando, hace un rato, la casa de citas?

 ...

 Una noche de invierno, tan cruda
que se fué del portal la Miseria,
y en sus camas de los hospitales
lloraron al hijo las madres enfermas,
con el frío del Mal en el alma
y el ardor del ajenjo en las venas,
...

 Ya llegan cansados en rondas hambrientas
a husmear buenos trozos entre los residuos:
caridad de afables cristianas sirvientas
que tienen por ellos cuidados asiduos.

 ...

 ¿No te da tristeza? Bueno,
a mí no sé qué me da...
¡Se van los viejos! Los pobres
poquito a poco se van.
Y se van tan despacito
que ni lo sienten, ¿será
el consuelo de saber
que se habrán de ir en...

 Así la llaman todos los chicos de Palermo.
Es la risa del barrio con su rostro feúcho
y su andar azorado de animalito enfermo.
Tiene apenas diez años, pero ha sufrido mucho...

...

 — «Mambrú se fué a la guerra...» — ¡Vamos, linda ve-
¿Con su ronga catanga los chicos de la acera ciña
te harán llorar, ahora? No seas sensiblera
y piensa que esta noche de verano es divina

...

 Con un blando rezongo soñoliento
el perro se amodorra de pereza,
y por sus fauces el esplín bosteza
la plenitud de un largo aburrimiento.

 En la bruma de mi hosco...

 ...¿Con qué estás decidida? ¿No te detiene nada?
¿Ni siquiera el anuncio de este presentimiento?
No puedes negar que eres una desamorada:
te vas así, tranquila, sin un remordimiento!

...

 ¿Ahora el otro?... Bueno a ese paso
se han de contagiar todos, entonces. Vaya
con la manía! Porque es el caso
que no trancurre un solo día sin que haya
sus novedades...
...

Palmera brasileña, que al caminante herido
ofrendaras tus dátiles de pasión y de olvido,
en el desierto único: tu eres la apoteosis
que, nimbando de incendios sus fecundas neurosis,

cruzas por los vaivenes de su hondos desvelos
como si fueras luna de sus noches de...