• Nuestras vidas son los ríos
    que van a dar a la mar,
    que es el morir. ¡Gran cantar!
    Entre los poetas míos
    tiene Manrique un altar.
    Dulce goce de vivir:
    mala ciencia del pasar,
    ciego huir a la mar.
    Tras el pavor de morir
    está el placer de llegar.
    ¡Gran placer!
    Mas ¿y el horror de volver?
    ¡Gran pesar!

  • Sin arrimo y con arrimo,
    sin luz y a oscuras viviendo
    todo me voy consumiendo.

    Mi alma está desasida
    de toda cosa criada
    y sobre sí levantada
    y en una sabrosa vida
    sólo en su Dios arrimada.

    Por eso ya se dirá
    la cosa que más estimo
    que mi alma se ve ya
    sin arrimo y con arrimo.

    Y aunque tinieblas padezco
    en esta...

  • Razón que imperas en mí
    ¿porqué habré de mentir yo,
    diciendo impasible no,
    cuando el alma dice sí?

    Al mirar tus bellos ojos
    siento nacer la alegría,
    porque truecan, vida mía,
    en encanto, los enojos.
    Al mirar tus labios rojos
    donde el amor se atesora
    mi pecho esclavo te adora,
    y huyendo del frenesí
    tengo que exclamar,...

  • Por toda la hermosura
    nunca yo me perderé,
    sino por un no sé qué
    que se alcanza por ventura.

    1. Sabor de bien que es finito,
    lo más que puede llegar
    es cansar el apetito
    y estragar el paladar;
    y así, por toda dulzura
    nunca yo me perderé,
    sino por un no sé qué
    que se halla por ventura.

    2. El corazón generoso
    nunca...

  • I

    Ni miento ni me arrepiento,
    ni digo ni me desdigo,
    ni estoy triste ni contento,
    ni reclamo ni consiento,
    ni fío ni desconfío;
    ni bien vivo ni bien muero,
    ni soy ajeno ni mío,
    ni me venzo ni porfío,
    ni espero ni desespero.

    II

    FIN...

  • I

    Quiero, pues quiere Razón
    de quien no puedo huir,
    con fe de noble pasión,
    pasión que pone afición,
    siempre amar y amor seguir.

    II

    Siempre amar, pues que se paga
    -según muestra amar Amor-
    con amor, porque la llaga
    -bien amando- del dolor...

  • I

    Yo soy quien libre me vi,
    yo, quien pudiera olvidaros:
    yo soy el que, por amaros,
    estoy, desque os conocí,
    sin Dios y sin vos y mí.

    II

    Sin Dios, porque en vos adoro:
    sin vos, pues no me queréis;
    pues sin mí, ya está de coro
    que vos sois...