• Estos, amada, son sitios vulgares
    en que en el ruido mundanal se asusta
    el alma fidelísima, que gusta
    de evocar tus encantos familiares.

    Añoro dulcemente los lugares
    en donde imperas cual señora justa,
    tu voz real y tu mirada augusta
    que ungieron con su gracia mis pesares.

    Y recuerdo que en época lejana,
    por tus raras virtudes milagrosas...

  • Ausente! La mañana en que me vaya
    más lejos de lo lejos, al Misterio,
    como siguiendo inevitable raya,
    tus pies resbalarán al cementerio.

    Ausente! La mañana en que a la playa
    del mar de sombra y del callado imperio,
    como un pájaro lúgubre me vaya,
    será el blanco panteón tu cautiverio.

    Se habrá hecho de noche en tus miradas;
    y sufrirás, y...

  • La misma mesa antigua y holgada, de nogal,
    y sobre ella la misma blancura del mantel
    y los cuadros de caza de anónimo pincel
    y la oscura alacena, todo, todo está igual...

    Hay un sitio vacío en la mesa hacia el cual
    mi madre tiende a veces su mirada de miel,
    y se musita el nombre del ausente; pero él
    hoy no vendrá a sentarse en la mesa pascual.

    ...
  • La misma mesa antigua y holgada, de nogal,
    y sobre ella la misma blancura del mantel
    y los cuadros de caza de anónimo pincel
    y la oscura alacena, todo, todo está igual...

    Hay un sitio vacío en la mesa hacia el cual
    mi madre tiende a veces su mirada de miel,
    y se musita el nombre del ausente; pero él
    hoy no vendrá a sentarse en la mesa pascual.

    ...
  •  Fuma de nuevo el viejo su trabajosa
    pipa y la madre escucha con indulgencia
    el sabido proceso de la dolencia
    que aflige a una pariente poco animosa.

     El muchacho concluye la fastidiosa
    composición, que sobre la negligencia
    en la escuela le dieron de...