• Siendo yo niño tierno,
    con la niña Dorila
    me andaba por la selva
    cogiendo florecillas,

    de que alegres guirnaldas,
    con gracia peregrina
    para ambos coronarnos,
    su mano disponía.

    Así en niñeces tales
    de juegos y delicias
    pasábamos felices
    las horas y los días.

    Con ellos poco a poco
    la edad corrió de prisa,...

  • Tras una mariposa,
    cual zagalejo simple,
    corriendo por el valle
    la senda a perder vine.

    Recosteme cansado,
    y un sueño tan felice
    me asaltó que aún gozoso
    mi labio lo repite.

    Cual otros dos zagales
    de belleza increíble,
    Baco y Amor se llegan
    a mí con paso libre;

    Amor un dulce tiro
    riendo me despide,
    ...

  • Ya torna mayo alegre
    con sus serenos días,
    y del amor le siguen
    los juegos y la risa.

    De ramo en ramo cantan
    las tiernas avecillas
    el regalado fuego
    que el seno les agita,

    y el céfiro jugando
    con mano abre lasciva
    el cáliz de las flores
    y a besos mil las liba.

    Salid, salid, zagalas;
    mezclaos a la...

  • Ved, amigos, cuál llega
    ya delicioso el mayo,
    en las plácidas alas
    del Céfiro llevado.

    Grata Flora en su obsequio
    le engalana los campos,
    mil flores por doquiera
    desparciendo su mano.

    Cojamos las más lindas;
    y alegres emulando
    las risas y banquetes
    que libre canta Horacio,

    de hiedra coronadme,
    yo en...

  • Un día que en la vega,
    bajo el nogal copado
    que da a su fuente sombra
    con los pomposos ramos,

    cantaba entretenido
    con inocente labio
    de mi suerte la dicha,
    las delicias del campo,

    casi a mis pies seguras
    se bañaban jugando
    las sencillas palomas
    en un limpio remanso.

    Su bullicio y arrullos,
    y sus besos...

  • Mandó a Madrid venir de la montaña

    un mercader ricacho a su sobrino

    para que se instruyese en la maña

    con que era en el comercio ladrón fino.

    Cuando llegó buscando la cucaña

    el tal montañesillo a su destino,

    tendría de catorce a quince años,

    edad en que el amor hace mil daños.

    A poco tiempo que en la corte estaba

    el tío le notó...

  • El cínico Diógenes de Atenas

    con su filosofía

    hizo, mientras vivió, mil cosas buenas,

    siendo su gran manía

    ponerse a procrear públicamente

    a sol radiante y a faldón valiente.

    Decía: -No es razón que a ver a un hombre

    morir se junten tantos

    y el ver fabricar otro les asombre

    para que hagan espantos.

    ¡ Ay, ya murió este sabio...

  • Casóse Dora la bella

    con Dido, y Dido intentó,

    la noche que se casó,

    hacerle un hijo, hijo de ella.

    Como pasó mala noche

    aquella en que fue casada,

    se levantó al otro día con

    toda la cara ajada.

    Desde que le vio su padre

    con el semblante perdido,

    enojado le pregunta:

    -¿Quién te ha casado, hijo Dido?...

  • Guayaquil, ciudad hermosa
    de la América guirnalda
    de tierra bella esmeralda
    y del mar perla preciosa,
    cuya costa poderosa
    abriga tesoro tanto,
    que con suavísimo encanto
    entre nácares divisa
    congelado en gracia y risa
    lo que el alba vierte en llanto.

    Ciudad que por su esplandor,
    entre las que dora Febo,
    la mejor del mundo...

  • Reprendía un abad a un perezoso
    monje que a los maitines no asistía,
    y con ásperas voces le decía:
    - ¿Qué efecto, hermano, tan escandaloso

    producirá en cualquiera religioso
    su negligencia? Copie lo que hacía
    todo un rey, un David. ¡Con qué alegría,
    con qué afecto tan tierno y fervoroso

    a medianoche el lecho abandonaba
    para orar al...