Infinito deseo de alas,
continuas nostalgias de vuelo:
corazón mío que te exhalas
como grano de mirra al cielo.

Beso, rosa, mujer y lira:
ya sé la vanidad de todo;
sé de la sierpe que conspira
contra la estrella, desde el lodo;

de la penumbra en...

Es la alta noche. Un denso recogimiento oprime
el huerto monacal, silenciario y sublime.
Vela, insomne, el convento. En su quietud interna
suena el chasquear metálico de la vieja cisterna,
mientras sienten los muros, ornados de vestiglos,
en su carne de piedra la...

 Vencía la sombra. Misterio, llegando,
rimaba la angustia de sus misereres,
mojando, en el suelo, los frutos de Ceres,
la Maga del germen que lucha creando.

 Muy...

Esta noche me estiran las calles.
Con amor de hermanas, algo llevan
de mí que es de ellas, mis hermanas.
Y en el hilo de oro de una estrella
                              –fina escala–
de mi dispara y sube, cautiva de este tiempo
una antigua ilusión que ya...

Poet: Líber Falco

Como un noble filósofo, mi "viejo",
en la quietud de la paterna casa,
"Los Subterráneos de París" repasa,
frunciendo a cada paso el entrecejo.

Mi buena madre, con feliz gracejo,
me proclama juicioso. Por la gasa
del cielo silenciosamente pasa
con tardo...

Mi corazón solloza en su prisión sombría
y endulza, suspirando, la noche de su encierro;
mi alma es un ave lírica de un parque de Harmonía
cuyas almas, cautivas, golpean contra el hierro.

Señor: ¿no saldrá mi alma de su prisión obscura...?
¿Nunca veré el celeste...

Vuelto a tu casa por la madrugada,
con un portazo descortés y frío
dejas la noche afuera,
y te acuestas solo con tu pensamiento.

"Qué grande el mundo, y qué pequeño,
qué lejos los amigos, y qué cerca".

Y sigues solo con tu pensamiento.
Pero para dormir...

Poet: Líber Falco

Sobre la nieve se oye resbalar la noche.

La canción caía de los árboles,
y tras la niebla daban voces.

De una mirada encendí mi cigarro.

Cada vez que abro los labios
inundo de nubes el vacío.
En el puerto,
los mástiles están llenos de nidos,
y...

Noche de cabaret, fiebre de tango,
noche de divino aturdimiento;
voluptuosa embriaguez en el momento
del beso, a la mujer bañada en fango.

Aire de lupanar, suprema calma
en los brazos piadosos de Afrodita,
olvidando un instante a la maldita
vida...

Brotando lenta, apacible y lenta,
nacida de las cosas, como un milagro sin prisa
la noche se estaba ahí, puesta.

Era un milagro la noche, y era blanca.
Las cosas todas eran blancas
y blancas eras las casas de los hombres.

Cerca, el mar estaba ausente.
...

Poet: Líber Falco