• Nunca osara, Señor, la Musa mía
    Al eco unir del general aplauso
    Los ecos de un aliento que se apaga
    Por la desgracia y por la edad cansado.

    Ved cómo yace envuelta en largo olvido
    Mi inútil lira: trémula la mano
    Va sus cuerdas a herir, y a hallar no acierta
    Su antigua resonancia y su entusiasmo.

    Otra fuerza, otra voz, otra armonía
    Pide...

  • Una noche de enero,

    estaba calentándose al brasero

    una joven casada,

    la ropa a las rodillas remangada,

    porque así no temía

    quemarse en tanto que labor hacía.

    De este modo esperaba a su marido,

    que era un pobre artesano,

    mientras entretenido

    un chico que tenía, por su mano

    castañas en la lumbre iba metiendo

    y el...

  • La blanda primavera
    derramando aparece
    sus tesoros y galas
    por prados y vergeles.

    Despejado ya el cielo
    de nubes inclementes,
    con luz cándida y pura
    ríe a la tierra alegre.

    El alba de azucenas
    y de rosa las sienes
    se presenta ceñidas,
    sin que el cierzo las hiele.

    De esplendores más rico
    descuella por...

  • Ya de mis verdes años
    como un alegre sueño
    volaron diez y nueve
    sin saber dónde fueron.

    Yo los llamo afligido,
    mas pararlos no puedo,
    que cada vez más huyen
    por mucho que les ruego;

    y todos los tesoros
    que guarda en sus mineros
    la tierra, hacer no pueden
    que cesen un momento.

    Pues lejos, ea, el oro;
    ¿...

  • Pensaba cuando niño
    que era tener amores
    vivir en mil delicias,
    morar entre los dioses.

    Mas luego rapazuelo
    Dorila cautivome,
    muchacha de mis años,
    envidia de Dïone,

    que inocente y sencilla,
    como yo lo era entonces,
    fue a mis ruegos la nieve
    del verano a los soles.

    Pero cuando aguardaba
    no hallar ansias...

  • La rosa de Citeres,
    primicia del verano,
    delicia de los dioses
    y adorno de los campos,

    objeto del deseo
    de las bellas, del llanto
    del Alba feliz hija,
    del dulce Amor cuidado,

    ¡oh, cuán atrás se queda
    si necio la comparo
    en púrpura y fragancia,
    Dorila, con tus labios!,

    ora el virginal seno
    al soplo...

  • Siendo yo niño tierno,
    con la niña Dorila
    me andaba por la selva
    cogiendo florecillas,

    de que alegres guirnaldas,
    con gracia peregrina
    para ambos coronarnos,
    su mano disponía.

    Así en niñeces tales
    de juegos y delicias
    pasábamos felices
    las horas y los días.

    Con ellos poco a poco
    la edad corrió de prisa,...

  • Tras una mariposa,
    cual zagalejo simple,
    corriendo por el valle
    la senda a perder vine.

    Recosteme cansado,
    y un sueño tan felice
    me asaltó que aún gozoso
    mi labio lo repite.

    Cual otros dos zagales
    de belleza increíble,
    Baco y Amor se llegan
    a mí con paso libre;

    Amor un dulce tiro
    riendo me despide,
    ...

  • Ya torna mayo alegre
    con sus serenos días,
    y del amor le siguen
    los juegos y la risa.

    De ramo en ramo cantan
    las tiernas avecillas
    el regalado fuego
    que el seno les agita,

    y el céfiro jugando
    con mano abre lasciva
    el cáliz de las flores
    y a besos mil las liba.

    Salid, salid, zagalas;
    mezclaos a la...

  • Ved, amigos, cuál llega
    ya delicioso el mayo,
    en las plácidas alas
    del Céfiro llevado.

    Grata Flora en su obsequio
    le engalana los campos,
    mil flores por doquiera
    desparciendo su mano.

    Cojamos las más lindas;
    y alegres emulando
    las risas y banquetes
    que libre canta Horacio,

    de hiedra coronadme,
    yo en...