• I

    Yo soy flor que se marchita
    al sol de la adversidad,
    el arbolito en mitad
    de la llanura infinita.
    La paloma pobrecita
    que arrastran los aquilones,
    entre oscuros nubarrones
    de tempestades airadas,
    soy la barca abandonada
    en el mar de las pasiones.

    II

    ...

  • Para templar el calor
    de la estación y la edad,
    me abandonas sin piedad,
    mi hechizo, mi único amor.
    Te engañas, porque el ardor
    de un alma fina y constante,
    si está de su bien distante,
    crece en el agua, en la nieve,
    y sólo templarse debe
    en el seno de un amante.

    Ven, pues, dulce amiga, luego,
    que tú eres la sola fuente
    ...

  • Ya el trono de luz regía
    el luminoso farol,
    el fénix del cielo, el sol,
    cuya edad es sólo un día.
    Ya desde la tumba fría
    en su fuego vuelve a ser
    hoy lo mismo que era ayer;
    que, si en todo es de sentir
    que nace para morir,
    él muere para nacer.

    Veloz la vida se quita,
    con que más gloria se adquiere,
    pues cuando en el...

  • Guayaquil, ciudad hermosa
    de la América guirnalda
    de tierra bella esmeralda
    y del mar perla preciosa,
    cuya costa poderosa
    abriga tesoro tanto,
    que con suavísimo encanto
    entre nácares divisa
    congelado en gracia y risa
    lo que el alba vierte en llanto.

    Ciudad que por su esplandor,
    entre las que dora Febo,
    la mejor del mundo...