• Danza la danza caprichosa...
    (¿Tórtola...?) ¿Salomé...?
    Y tras el fino velo rosa
    sonríe Astarté.

    En el crepúsculo amatista
    llena la gracia del jardín
    Bablbul saluda la imprevista
    danza... ¡Salve Mahanaím...!

    Panderos y timbalería.
    Kaleidoscopio es el pie
    rosa vibrante de harmonía
    (Tórtola y Samolé).

    Es Occidente y es el...

  • Anda, date a volar, hazte una abeja,
    En el jardín florecen amapolas,
    Y el néctar fino colma las corolas;
    Mañana el alma tuya estará vieja.

    Anda, suelta a volar, hazte paloma,
    Recorre el bosque y picotea granos,
    Come migajas en distintas manos
    La pulpa muerde de fragante poma.

    Anda, date a volar, sé golondrina,
    Busca la playa de los soles...

  •  Frío y viento. Ya en la casa miserable,
    tiritando se durmió la viejecita,
    y en la pieza, abandonada como siempre,
    gime y tose, sin alivio, la enfermita.

     ¡Oh, qué noche! Se me antoja ver extraños
    rojos cirios en las calles solitarias...
    ¡con qué...

  •  Regresan de la era. Se oyen cercanas
    las fuertes risotadas y las canciones
    con que animan la vuelta los mocetones
    que siguen, desde lejos, a las aldeanas.

     Ya, detrás de las rejas de las ventanas,
    estudian las muchachas contestaciones,
    para dar a las...

  •  Un instante no más. Vengo a cantarte
    la canción del laurel ¡Alza la frente
    que es la única digna del presente
    que, en mi salutación, voy a dejarte!

     Tendrá el orgullo de tu sentimiento,
    hoy, otra vez, el soñador cansado
    que se acerca a buscar aquí, a...

  •  En un carro triunfal hecho de auroras,
    y envueltas en flotantes muselinas,
    con impudor de audacias femeninas
    han llegado las nuevas doce horas.

     El viejo de las frígidas doloras,
    lloradas en letales sonatinas,
    va huyendo, incorruptible, en sus...

  • Señor, ved nuestras almas, en sus duros encierros
    donde no hacen la luz vagas filosofías,
    vírgenes arrojadas desnudas a los perros
    cuando apenas se encienden las rosas de sus días.

    En vano no hemos buscado, por diversos caminos,
    la ruta azul que lleva a la ideal Bizancio...
    Y hoy vamos hacia el puerto de tus brazos divinos,
    pobres de voluntad y...

  •  Anoche, terminada ya la cena
    y mientras saboreaba el café amargo,
    me puse a meditar un rato largo:
    el alma como nunca de serena.

     Bien lo sé que la copa no está llena
    de todo lo mejor, y, sin embargo,
    por pereza quizás, ni un solo cargo
    le hago...

  • Qué milagro el día.
    Y cada día –entonces– qué milagro.

    ¿Cómo diré ahora que te amaba,
    si pasó tanto tiempo
    si apenas lo sabía entonces?

    ¿Cómo diré que tú vivías,
    que yo te ví
    y que otros te miraron?

  • ¿Existirá? ¡Quién sabe!
    mi instinto la presiente
    dejad que yo la alabe
    previamente.

    Alerta el violín
    el querubín
    y susceptible al
    manzano terrenal,
    será a la vez risueña
    y gemebunda,
    como el agua profunda.

    Su índice y su pulgar
    con una esbelta cruz
    esbelto persignar.

    Diagonal de su busto,
    cadena...