•   Ante una calle vil y escueta,
     al núcleo de una encrucijada,
     San Martín yergue su silueta
     torpe, blanquizca y desconchada.

      Como unas lenguas parlanchinas,
     rompen sus címbalos volteantes
     serenidades matutinas
     con carrillones atronantes.

      Incienso y cristianas congojas
     llenan el templo de humo y voces.

      Un eucalipto con...

  • Oriente y antiguo. Poderosos trampolines del ensueño.

    ¿Oriente? Debe ser muy rico, muy cálido, voluptuoso, imponderablemente.

    ¿Antiguo? Tiene que ser histórico.

    Tal vez, por estas razones, no sea mi Salomé ni oriental ni antigua.

    Empiezo:

    Si canto, llenas mi boca
    mi alma está loca,
    luna, luna,
    luuuuuuuuuuuuna....