• ¿DICHOSA la edad florida
    De las dulces ilusiones,
    Dichosos los corazones
    En cuyo centro se anida
    El encanto de la vida,
    El sentimiento profundo
    Del placer y del amor!
    Mas oye, Lola, en el vergel del mundo,
    Mil espinas oculta cada flor.

    Si en la encantada pradera
    Donde los claveles crecen,
    Y blandamente se mecen
    Con la...

  • Vuelve a mis brazos, deliciosa Lira,
    en que de la beldad y los amores
    el hechizo canté. Sobrado tiempo
    de angustias y dolores
    el eco flébil fuera
    mi quebrantada voz. ¿Cómo pudiera
    no calmar mi agonía
    este brillante día
    que a Lola vio nacer? ¡Cuán deleitosa
    despunta en oriente la luz pura
    del natal de una hermosa!
    Naciste, Lola...

  • Te haré una rima de encaje con sutil hilo de luna,
    cantaré a tus ojos puros una canción de cristal
    y soñaré con el coro de tus cabellos en una
    mañana primaveral.
    (...)
    Te evocaré yo a la grupa de un negro corcel de ensueño.
    conducido por el mago caballero Lohengrín.
    Tendrán tus hondas pupilas ese místico beleño
    de las vírgenes del Rhin.

    ...

  • En vano, altiva Londres, a porfía
    te enriqueces, te ensanchas y te pueblas,
    si en una nueva atmósfera sombría
    te envuelve el humo y tus eternas nieblas;
    si no difiere lo que llamas día
    de las nocturnas lóbregas tinieblas,
    o, como triste pasajera tarde,
    entre dos noches dilatadas arde.
    ¿Qué vale tu grandeza y poderío
    y la corona azul del...

  • Tres siglos ha que este sol
    que hoy luce en el firmamento
    alumbraba el nacimiento
    del gran poeta español.
    Purificado al crisol
    de una edad y de otra edad,
    monstruo de fecundidad,
    numen de la patria escena,
    Lope con su nombre llena
    del mundo la inmensidad.

    En la modesta mansión
    que oyó su postrer gemido
    hoy a...

  • Aunque la persecución
    de la envidia tema el sabio,
    no reciba della agravio,
    que es de serlo aprobación.
    Los que más presumen son,
    Lope, a los que envidia das,
    y en su presunción verás
    lo que tus glorias merecen;
    pues los que más te engrandecen
    son los que te envidian más.

  • Raza valerosa y dura
    que con pujanza silvestre
    dio a la patria en garbo ecuestre
    su primitiva escultura.
    Una terrible ventura
    va a su sacrificio unida,
    como despliega la herida
    que al toro desfonda el cuello,
    en el raudal del degüello
    la bandera de la vida.

    Es que la fiel voluntad
    que al torvo destino alegra,
    funde en...

  • Estas que veis aquí pobres y escuras
    ruinas desconocidas,
    pues aun no dan señal de lo que fueron;
    estas piadosas piedras más que duras,
    pues del tiempo vencidas,
    borradas de la edad, enmudecieron
    letras en donde el caminante, junto,
    leyó y pisó soberbias del difunto;
    estos güesos, sin orden derramados,
    que en polvo hazañas de la...

  • ¡Oh de tanta maldad ejecutores!
    Decid, ¿cómo pudisteis, con qué pecho,
    exceder, los escándalos mayores
    con la horrible perfidia de tal hecho?
    Como a extranjeros no, más como a hermanos
    os recibieron las orillas nuestras,
    y a las aleves españolas manos
    francas se unieron las peruanas diestras.
    Todos nuestros domésticos hogares
    os dieron...

  • Mirad, peruanos, vuestra hermosa tierra
    que, bajo un cielo, plácido y ajeno
    de procelosos vientos a la guerra,
    ostenta leda el venturoso seno
    que los deleites de la vida encierra
    de todos bienes y abundancia lleno;
    y al cielo bendecid que por morada
    os dio la tierra por el Sol amada.
    ¿Qué suelo el Sol contempla más fecundo
    y más rico en sus...