• VOY vagando perdido en el espacio,
    Sin rumbo, indiferente á cuanto veo;
    Como esas aves que en la mar errantes
            Surcan el viento.

    Enmudezco en las horas de tu ausencia
    Como en la paz del triste cementerio;
    Como la rota, abandonada lira
            Del bardo muerto.

    Pero apenas me fijas tu mirada,
    Donde la vida y la ventura encuentro,...

  •       No se engañó el alma mía,
     ni al decírtelo mentí
     que tu nombre es para mí
     nota de dulce armonía;
     

         música suave que encanta
     y que sorprende mi oído,
     como el melodioso ruido
     del ruiseñor cuando canta.
     

          Tu hermoso nombre me suena
     más dulce que los rumores
     de la brisa entre las flores
     ...

  • Magdalena, conozco que te amo
    en que la más trivial de tus acciones
    es pasto para mí, como la miga
    es la felicidad de los gorriones.

    Tu palabra más fútil
    es combustible de mi fantasía,
    y pasa por mi espíritu feudal
    como un rayo de sol por una umbría.

    Una mañana (en que la misma prosa
    del vivir se tornaba melodiosa)
    te daban un...

  •  Cuando escucho el rojo violín de tu risa,
    en el que olvidados acordes evocas,
    un cálido vino — licor de bohemia —
    me llena el cerebro de músicas locas.

     Un vino que moja tu noble garganta...
    — una húmeda jaula de finos cristales,
    cuyas orquestales...

  •  ¡De todo te olvidas! Anoche dejaste
    aquí, sobre el piano, que ya jamás tocas,
    un poco de tu alma de muchacha enferma:
    un libro, vedado, de tiernas memorias.

     Intimas memorias. Yo lo abrí, al descuido,
    y supe, sonriendo, tu pena más honda,
    el dulce...

  • ME dijiste que anoche enamorada
            En sueños me veías....
    Y la purpúrea tinta de la rosa
            Coloró tus mejillas.

    El amor me condujo donde estabas
            Por que verte quería;
    Y el ángel de tu sueño me detuvo
            Con celestial sonrisa.

    No pude penetrar en tu recinto,
            Y solo el alma mía,
    En alas de mi amor, fué...

  • ¡Ay de Dios, que tu palabra
    me tiene embrujada
    el alma!
    Mi lírica adolescencia
    Y tu existencia
    Gitana
    Se dicen en la ventana
    Cosas
    De amor y buenaventura
    En estas noches lluviosas

    Juran por Cristo, venerables dueñas,
    De quien llora en el vientre de la madre
    Conoce del futuro; tú gemiste
    Antes de que nacieras...

  • El alma del que sufre es noche triste:
    Toldada está por el pesar sombrío,
    Y las amargas lágrimas que vierte
    Son, Lucila, sus gotas de rocío

    Halla quien nace bajo estrella amiga,
    Florida primavera en su existencia,
    Y hasta el cielo, propicio, le sonríe
    Del éter tras la clara transparencia.

    Tú de mi amante corazón conoces
    El secreto,...

  • Perfume de una flor que, al desprenderse,
    ni una hoja de sus pétalos lastima;
    tibio efluvio de luna de verano
    que en el disco plateado se destila;
    calor de una mirada de ternura
    que atraviesa inocente unas pupilas;
    roce de un alma que, buscando otra alma,
    en sí misma sin ruido se desliza:
    ...

  • ¿Que elocuencia, desvalida
    y casta, hay en tu persona
    que en un perenne desastre
    a las lágrimas convida?

    La frente, Amor, hoy levanto
    hasta tu busto en otoño
    que es un vaso de suspiros
    y una invitación al llanto.

    Tus hombros son como un ara
    en que la rosa contrita
    de un pésame sin sollozos
    húmeda se deshojara.

    Cuando...