• La Licencia y la Muerte son dos gentiles rameras,
    Pródigas de besos y ricas en salud,
    Cuyo vientre siempre virgen y cubierto de andrajos
    En la incesante labor jamás ha procreado.

    Al poeta siniestro, enemigo de las familias,
    Favorito del infierno, cortesano mal rentado,
    Tumbas y lupanares muestran bajo sus atractivos
    Un lecho que el remordimiento jamás...

  • Ansí pasó el pericón
    ¡días aura verán la güeva!
    Quiero sacar de la cueva
    un tigre que no es pichón;
    y es la mentada Elicion
    decretada por la lay.
    Jue día aquel que me rai
    con tanta gana y contento;
    que al rilatarme este cuento
    cuasi de espaldas me cai.

    Cuando yegó el grande día
    de presientarse a votar,
    los nuestros...

  • ¡Encinares castellanos
    en laderas y altozanos,
    serrijones y colinas
    llenos de oscura maleza,
    encinas, pardas encinas
    humildad y fortaleza!
    Mientras que llenándoos va
    el hacha de calvijares,
    ¿nadie cantaros sabrá,
    encinares?
    El roble es la guerra, el roble
    dice el valor y el coraje,
    rabia inmoble
    en su torcido...

  • Estaba una señora desahuciada

    de esa fiebre malvada

    que, sin ser, según dicen, pestilente,

    se lleva al otro lado a mucha gente.

    Sus criados y amigos la asistían

    con celo cuidadoso,

    pues por tonto tenían

    de la dama al esposo

    y, así, de su dolencia

    nunca le confiaron la asistencia.

    Llególe, al parecer, la última hora

    a...

  • Si al llegar la lozana primavera
    contemplo en la pradera,
    rosas divinas y claveles rojos,
    recuerdo tus mejillas y sonrojos.

    Si el verano al llegar luce el tesoro
    de las espigas de oro,
    y las noches brillantes y azuladas,
    recuerdo tu cabello y tus miradas.

    Si al llegar el otoño, oigo la brisa,...

  • Cuatro estaciones hay en nuestra vida
    como en el año, Laura:
    Una en que el cielo es puro, mansa el aura,
    que corre entre las flores adormida:
    ésta es aquella dulce edad primera,
    de nuestra vida alegre primavera.

    Tras ésta viene aquella que aquilones
    tan furiosos desata,
    que nuestras ilusiones arrebata,
    y nos deja por fin sin ilusiones;...

  • LAS FASES DEL MÉDICO

                           I

                        DIOS

    -¡Ay, doctor! ¡Con qué impaciencia
    le espero hace media hora!
    –¡No se aflija usted, señora!
    –Sólo confío en su ciencia.
    –¿Qué pasa?
                    –Pues que mi...

  • A MARÍA

    Cuenta la vieja leyenda
    de una raza desgraciada,
    que fué en los pasados siglos
    de esta tierra soberana

    raza que tuvo su historia,
    pero una historia de lágrimas,
    copiosa como los ríos
    que bajan de sus montañas.

    Historia que yo he leído
    con el alma desgarrada
    en las rocas y en los...

  • La Ninfa
    Contemplaron los silfos su escultura
    tras el sedoso vuelo del ramaje,
    en la quietud solemne del paisaje
    de rara, mitológica hermosura.

    En su concha de plata, en la espesura
    escanció el dulce néctar del salvaje
    manantial, y dormida en el boscaje...

  • Oye, Apolo, mi acento,

    ven a inspirarme un cuento,

    pues hace muchos días

    que, temeroso de las penas mías,

    quieres que yo te aguarde,

    y tu fuego me infundes mal o tarde.

    Parece que se apiada

    con esta invocación, pues exaltada

    por su influencia mi memoria siento

    y empiezo a contar. En un convento

    de padres capuchinos halló un...