• Señor, en mí me busco y no me encuentro...
    ¿Dónde la claridad del nuevo día
    cuya luz inmortal fulgura dentro
    del corazón sin pena ni alegría?

    Tú eres la paz, y yo soy la contienda;
    tú eres la luz, la noche va conmigo...
    Mis ojos, ciegos por la negra venda,
    no distinguen amigo ni enemigo...

    ¡Pero una voz en mi interior te nombra
    y...

  • Al alba los gallos norteños
    cantan en sordina y en sueños.

    Para el kikirikí
    de los gallos del Sur
    las estrellas del alba son grandos de maíz
    del cielo en la plazuela escampada y azul...

    Clarinería. Clangor.
    Por la clarinada superior
    cada clarín porfía.

    Diana de la Gallera,
    tempranero rumor
    de un Regimiento de Caballería......

  • Cuando entre los disolutos el alba blanca y bermeja
    Se asocia con el Ideal roedor,
    Por obra de un misterio vengador
    En el bruto adormecido un ángel se despierta.

    De los Cielos Espirituales el inaccesible azur,
    Para el hombre abatido que aún sueña y sufre,
    Se abre y se hunde con la atracción del abismo.
    Así, cara Diosa, Ser lúcido y puro,

    Sobre...

  • Frecuentemente, para divertirse, los tripulantes
    Capturan albatros, enormes pájaros de los mares,
    Que siguen, indolentes compañeros de viaje,
    Al navío deslizándose sobre los abismos amargos.

    Apenas los han depositado sobre la cubierta,
    Esos reyes del azur, torpes y temidos,
    Dejan lastimosamente sus grandes alas blancas
    Como remos arrastrar a sus...

  •  El griego musicante ya desafina
    en la suave habanera provocadora,
    cuando se anuncia a voces, desde la esquina
    «el boletín — famoso — de última hora».

     Entre la algarabía del conventillo,
    esquivando empujones pasa ligero,
    pues trae noticias,...

  • Una noche, el alma del vino cantó en las botellas:
    "¡Hombre, hacia ti elevo, ¡oh! querido desheredado,
    Bajo mi prisión de vidrio y mis lacres bermejos,
    Una canción colmada de luz y de fraternidad!

    Sobre la colina en llamas, yo sé cuánto se requiere
    De pena, de sudor y de sol abrasador
    Para engendrar mi vida y para infundirme el alma;
    Mas, no seré ni...

  • El Alma en los labios fue un poema escrito por Medardo Ángel Silva poco antes de suicidarse; fue un homenaje a su novia Rosa Amada Villegas.
    El músico cuencano Francisco Paredes Herrera, que residía en Guayaquil, el 15 de Junio de 1919...

  • A Modesto Chávez Franco

    Las interrogaciones con que, en horas fatales,
    queremos sondear la Esencia Verdadera,
    son voces a la Esfinge siempre muda, señales
    en la sombra que nadie ve de la otra ribera.

    Sí; de nuestro dolor sólo perdura
    el eco sollozante a merced de la brisa.
    ¡Ay de ese cuyos...

  • Yo aprendí en el hogar en qué se funda
    la dicha más perfecta,
    y para hacerla mía
    quise yo ser como mi padre era
    y busqué una mujer como mi madre
    entre las hijas de mi hidalga tierra.
    Y fui como mi padre, y fue mi esposa
    viviente imagen de la madre muerta.
    ¡Un milagro de Dios, que ver me hizo
    otra mujer como la santa aquella!

    ...

  • Blando céfiro mueve sus alas
    empapadas de fresco rocío...
    De la noche el alcázar sombrío
    dulce alondra se atreve a turbar...
    Las estrellas, cual sueños se borran...
    Sólo brilla magnífica una...

    ¡Es el astro del alba! La luna
    ya desciende, durmiendose, al mar.

    Amanece: en la raya del cielo
    luce trémula cinta de plata
    que, trocada...