• Aquí se siente a Dios. En el reposo
    de este dulce aislamiento
    un fecundo sentido religioso
    preside el pensamiento.
    Derrámase por uno de dulzuras
    ambiente equilibrado,
    y en él cosecha las ideas puras
    de que está penetrado.
    Y sereno después, las alas tiende
    y escala el firmamento,
    seguro como el pájaro que hiende
    su apropiado...

  • ¡Oh libertad preciosa,
    no comparada al oro,
    ni al bien mayor de la espaciosa tierra,
    más rica y más gozosa
    que el precioso tesoro
    que el mar del sur entre su nácar cierra
    con armas, sangre y guerra,
    con las vidas y famas,
    conquistado en el mundo;
    paz dulce, amor profundo,
    que el mar apartas y a tu bien nos llamas;
    en ti...

  • ¡Oh belleza! alto don, rico tesoro,
    Precioso bien a la mujer guardado,
    Con más vehemencia ansiado
    Que el diamante oriental, y más que el oro;
    ¿Quién te dio ese poder? ¿De quién hubiste
    La magia celestial? En donde quiera
    Que muestres esa lumbre
    Por siempre vencedora,
    Reinar y avasallar como señora,
    Rendir y embelesar es tu costumbre....

  • Vedla ya allí: cual punto diamantino
    brilló en la enhiesta cumbre
    del pardo monte, y su fulgor divino
    esparce en torno soñolienta lumbre.
    A su temblante rayo cristalino
    estremecido el viento se dilata;
    la húmeda sombra se recoge en pliegues
    al hondo valle, y su raudal de plata
    mueve bullendo el plácido arroyuelo;
    tiende la brisa de la noche...

  • Cuenta una vieja fábula que, cuando el Señor quiso
    poblar de humanos seres el nuevo Paraíso,
    aún virgen de dolor,
    puso en las manos trémulas de la primera esposa
    el capullo entreabierto de la primera rosa,
    símbolo del amor.

    Joya por los celestes artífices labrada,
    y para la que dieron sus luces la alborada,
    su blanca espuma el mar,
    los...

  • Cuando la tierra toda
    creó en un día el Hacedor Supremo,
    como traje de boda,
    la coronó de flores
    de un extremo del mundo al otro extremo;
    y cuando en el pecado
    cayó el hombre, llorando sus angustias,
    sobre el tallo delgado
    doblando todas sus corolas mustias.

    De entonces que en su frente
    brillan las gotas de agua transparente,
    ...

  • Estos, Fabio, ¡ay dolor!, que ves ahora
    campos de soledad, mustio collado,
    fueron un tiempo Itálica famosa.
    Aquí de Cipión la vencedora
    colonia fue; por tierra derribado
    yace el temido honor de la espantosa
    muralla, y lastimosa
    reliquia es solamente
    de su invencible gente.
    Sólo quedan memorias funerales
    donde erraron ya sombras de...

  • Coronadas de luz las sienes bellas,
    conduce el sol su luminoso coche
    a la estación donde madruga el día;
    quitó el prestado honor a las estrellas,
    y en campañas de luz venció a la noche
    con los ardientes rayos que regía;
    castigo a su osadía
    la tierra fue, que nuevo sol le opuso,
    esfera de verdor, campo de fuego.
    Cuando en sus rayos...