• Insensibles a fiestas y grimas
    y con alas de luz de centellas,
    pero esquivos a cautas doncellas,
    difundíos por gentes y climas.

    No sois gemas inmunes a limas
    y con lampos de fijas estrellas,
    sino chispas de golpes y mellas
    y ardéis lascas de piedras de simas.

    Pero hay siempre valer en las rimas.
    Por que duran refranes? Por ellas,
    y...

  • Piden que pulse la lira
    Ha tiempo callada y rota:
    Si ya no arranco una nota
    Ni mi musa ya me inspira!
    Balbuce fria y delira
    Si la tortura mi mente;
    Cuando rie solo miente;
    Como miente su lamento:
    Y es que en mi triste aislamiento
    Mi alma ni goza ni siente.

    Hubo un tiempo ... y es verdad!
    Pero ya aquel tiempo huyo,
    En que...

  • Quiero brindarte versos porque te finjo buena,
    con no sé que bondades, y porque eres morena
    como la inspiradora de mis lejanos votos...
    -perspectivas azules de paisajes remotos- .

    Generosa que amparas de los fríos crueles,
    como un fruto viviente de tus sanos vergeles,
    las rosas inviolables que tus labios oprimen.
    ¡Oh las instigadoras del ensueño y del...

  • C.-En el jardincito e mi alma
       Hice almácigo de sueños,
       Y me lo quemó al nacer
       La helada de tus desprecios.

    S.-Eso le pasa al más vivo
       Que se mete a jardinero,
       Cuando inora que hay semiyas
       Que no nacen juera e tiempo.

    C.-Dispués que me despreciaste
       Mis claveles florecieron,
       Porque es tanto lo que yoro...

  • ¡Oh entusiasmo sagrado!
    Padre ardiente de mártires y fuertes,
    que a los guerreros invencibles haces:
    de provocar y padecer mil muertes
    los pechos que te sienten son capaces;
    del número te ríes,
    y en héroe al pusilánime conviertes.
    ¡Eres licor divino
    con que el humano espíritu embriagado
    se llena de un glorioso desatino,
    de una sublime...

  • Desde el día que vio la audacia ibera,
    ¡cuantas noches cerrar, cuántas auroras
    miró lucir nuestra congoja fiera,
    sin que el continuo vuelo de las horas
    la hora de la venganza nos trajera!
    Vio el peruano a su amada patria bella
    con ojos de rubor, en su mejilla
    mirando aún purpurëar la huella
    que la insolente mano de Castilla
    con inicua...

  • Este del cual te ofrendamos la imagen,
    Y cuyo arte, sutil entre todos,
    Nos enseña a reír,
    Este, lector, es un sabio.

    Es un satírico, un burlón;
    Pero, la energía con la cual
    El pinta el Mal y su secuela,
    Prueba la belleza de su corazón.

    Su risa no es la mueca
    De Melmoth o de Mefisto
    Bajo la tea viviente de Alecto
    Que nos...

  • No os asombréis tanto, no,
    si en la templanza que muestro
    tan otro de mí soy yo;
    un sueño ha sido el maestro
    que tal cambio me enseñó.
    Temo, fiel a su lección,
    que, cuando más la altivez
    levante mi corazón,
    me he de encontrar otra vez
    en mi lóbrega prisión.
    Yo con mi ejemplo te enseño,
    raza de Adán engañada,
    que toda la...

  • Yo te doy estos versos a fin de que, si mi nombre
    Aborda afortunadamente las épocas lejanas,
    Y hace soñar una noche los cerebros humanos,
    Navío favorecido por un gran aquilón,

    Tu memoria, semejante a las fábulas inciertas,
    Fatiga al lector como un tímpano,
    Y por un fraternal y místico eslabón
    Queda como pendiente de mis rimas altivas;

    Ser...