• Qué estará haciendo esta hora mi andina y dulce Rita
    de junco y capulí;
    ahora que me asfixia Bizancio, y que dormita
    la sangre, como flojo cognac, dentro de mí.

    Dónde estarán sus manos que en actitud contrita
    planchaban en las tardes blancuras por venir;
    ahora, en esta lluvia que me quita
    las ganas de vivir.

    Qué será de su falda de franela; de...

  • ¡Oh las místicas tardes en que sueño a tu lado,
    cuando tus manos trémulas despiertan el teclado!
    Y en la estancia impregnada de aromas ancestrales,
    las notas se remontan, como aves otoñales,
    buscando, en la penumbra, los abiertos vitrales.

    En la paz de las horas liberta el viejo clave,
    ideales ignorados, con su embrujada llave.
    Nuestras almas...