Pues tu cólera estalla,
justo es que ordenes hoy ¡oh Padre Eterno!
una edición de lujo del infierno
digna del guante y frac de la canalla.
|
3 Guiando un tribunal de tiburones, en el mío has entrado, y en él pones |
1 |
Señora, estrella luciente, A canela bien oliente |